¿A las puertas de la explosión de una burbuja tecnológica?

El índice Nasdaq ronda los 5.000 puntos y mantiene una carrera ascendente por siete años, en la cual triplicó su valor. La única vez que el índice había alcanzado niveles similares fue antes de la explosión de la burbuja puntocom en el año 2000. En comparación, el Dow Jones solo creció la mitad en el mismo periodo de tiempo.

El nivel sin precedentes de fondos de venture capital (VC) alimentó ese crecimiento. Según CB Insights, el fondeo de VC se ubicaba por debajo de los US$ 50.000 millones en 2011 y pasó a US$ 90.000 en 2014. Durante los primeros tres trimestres de 2015, alcanzó US$ 100.000 millones.

De acuerdo con Michael Wade, líder de Cisco en Transformación de Negocios Digitales, además de profesor de Administración de Innovación e Información Estratégica del IMD, estas grandes apuestas dan lugar a altas valoraciones.

El número de unicornios (firmas privadas con valoraciones mayores a US$ 1.000 millones) explotó en los últimos siete años. Credit Suisse indicó que existían solo cuatro unicornios en 2009, cifra que llegó a 124 en julio de este año, con una valoración total de US$ 468.000 millones. CB Insights reportó que 46 nuevos unicornios se sumaron a la lista durante los últimos meses, para totalizar 142 a fin de octubre.

Wade aclara que un incremento en los niveles de inversión por sí mismo no implica que una corrección de las valoraciones esté próxima. Sin embargo, la mayoría de los unicornios pierde dinero.

Los beneficios económicos parecen cosa del pasado

Didi Kuaidi, una aplicación para obtener taxis en China, recaudó US$ 3.000 millones a principio de año. El CEO de la compañía, Cheng Wei, señaló que la empresa no tiene un plan de ganancias para dentro de tres a cinco años, y llamó a su compañía como la startup de Internet que más dinero ha quemado.

[blockquote]La corrección de las valoraciones tendría lugar para fin de 2016[/blockquote]

Jet.com, una compañía online lanzada en julio de este año cuenta con un ambicioso plan de negocios para convertirse en el Costco de la web (es la cadena tipo club de precios más grande en el mundo basada en ventas mayoristas). Originalmente, la compañía planeaba vender todo entre un 10% y 15% más barato que cualquier otro y asentar sus ganancias solo en un cargo de membresía anual de US$ 49,99. Wade explicó que después de algunos meses, la empresa decidió descartar su membresía anual y como resultado obtuvo pérdidas en la mayoría de las ventas.

Twitter es otro caso interesante. La lucha de la red de los 140 caracteres para atraer a nuevos usuarios activos ha amenazado su capacidad de producir nuevos ingresos publicitarios. El precio de la acción cayó a menos de la mitad de su valor máximo y se encuentra por debajo de su valor inicial de cotización. Como consecuencia, la compañía anunció en octubre que planeaba recortar el 8% de su platilla laboral global. Pero a pesar de su situación tiene una valoración de casi US$ 20.000 millones.

De acuerdo con Wade, la corrección de las valoraciones tendría lugar para fin de 2016. Y asegura que no será un escenario agradable, con la caída de precios de acciones, despidos e impactos en la economía. Sin embargo, el especialista considera que esa situación puede ser buena a futuro.

En primer lugar, se incrementará el nivel de competencia en el mercado. En la actualidad, las compañías tecnológicas utilizan los VC y sus altas valoraciones para construir negocios insustentables, como los mencionados. Hasta ahora han sido premiadas por estrategias de alto vuelo. Mientras tanto, los mercados racionales están siendo distorsionados y las empresas tradicionales se ven obligadas a tomar decisiones de negocios con el fin de competir. Una corrección reducirá esta desigualdad.

En segundo término, la caída de valoraciones dará racionalidad al mercado. Para Wade, Uber es una gran empresa, pero no hay manera de justificar su valoración de entre US$ 50.000 a US$ 60.000 millones, casi lo mismo que Honda o Dupont, y sin embargo Uber se sigue sin dar beneficios. Snapchat, por su parte, tiene 100 millones de usuarios, pero es difícil de justificar una valoración de US$ 12.000 millones para una empresa que apenas registra ingresos, ya dejando de lado las ganancias.

En tercer lugar, el flujo de talento para nuevas empresas de tecnología y los gigantes de Internet se desacelerará. Compañías tradicionales con fuertes fundamentos y estrategias sensatas han estado viendo un éxodo de talento de recursos en tecnología, y se han esforzado por atraer a las generaciones más jóvenes. Después de la corrección, para las empresas tradicionales sometidas a la transformación digital será más fácil para contratar la ayuda que necesitan.

El cuarto punto benéfico de la corrección consiste en que las oportunidades de las empresas tradicionales para hacer disrupciones en sus mercados se incrementarán. Wade es consciente que la corrección de valoraciones de tecnológicas será dura, pero considera que será mejor para la economía en el largo plazo. La salida de muchos “disruptores” digitales creará espacio para que las empresas tradicionales se conviertan en los “disruptores”.

Wade entiende que es tiempo de prepararse para las empresas tradicionales. Si bien los unicornios pueden ser insostenibles, señalan el camino a valorar para que las compañías tradicionales ocupen. Las organizaciones inteligentes se están construyendo sobre la base de la agilidad del negocio digital, de manera que puedan adaptarse rápida y eficazmente a la próxima turbulencia del mercado. Estas firmas están digitalizando los procesos, construyendo plataformas digitales, con mejoras en las calificaciones de su fuerza de trabajo, y la incorporación de la transformación digital en sus estrategias. La digitalización de la economía no va a desaparecer. De acuerdo con Wade, una corrección en el mercado sólo hará que sea más atractivo para las compañías tradicionales.