Ahora besar a distancia ya no es un problema

Kissenger, su nombre viene de la combinación de Kiss ­más Messenger, es un dispositivo capaz de “transmitir” las sensaciones que genera un beso a distancia. Fue elaborado por un grupo de investigadores de la Universidad de Londres, quienes lograron crear un prototipo que registra los movimientos de los labios a través de una almohadilla de silicona.

Kissenger registra los movimientos de los labios -posición, presión y duración- a la hora de enviar un beso. Luego envía las instrucciones por Internet y reproduce el mismo movimiento en el receptor que tiene el destinatario del beso.

La japonesa Emma Yann Zhang –una de las creadoras del servicio– afirmó que el Kissenger emplea una serie de sensores de alta precisión que están instalados debajo de un molde que emula ser unos labios artificiales.

“Kissenger puede ser utilizado por parejas a distancia, familias e incluso como recurso de marketing. Las celebridades o ídolos pop podrían enviar besos a sus fans de todo el mundo”, agregó Zhang en su blog y manifestó que está pensado no solo para seres humanos

El gadget todavía está en fase de pruebas y, para la desgracia de los usuarios de Android, por ahora solo será compatible con iPhone. Una vez listo, el Kissenger se podrá utilizar a través de FaceTime o Skype. Basta con apoyar los labios sobre una almohadilla de silicona.

La presión ejercida será transmitida e interpretada por una serie de sensores de presión que se ubican detrás de la almohadilla. La transmisión de este peculiar acto se mandará en tiempo real, por lo que el otro usuario sentirá el beso al momento de realizarse.

Hooman Samani, otro de los autores del Kissinger, dijo que es “sobre todo un dispositivo romántico simbólico”.

Este gadget tiene su historia en la famosa serie The Big Bang Theory en la cual se mostró hace algunas unas temporadas cómo sus protagonistas recurren a la tecnología para salvar su relación a la distancia. En The Infestation Hypothesis, el segundo episodio de la quinta temporada, Howard, uno de los personajes principales, prueba su máquina para besar a la distancia con Raj, ante la mirada incrédula de Leonard. Hoy, cinco años después, el dispositivo se volvió una realidad.

“El beso es la expresión más directa y universal de la intimidad y el afecto”, explicó Emma Yann Zhang, durante el congreso de “Amor y sexo con robots” de la Universidad de Londres.

El dispositivo se agrega al smartphone en forma de funda. Se debe iniciar una videollamada entre dos personas y posar los labios sobre la almohadilla acolchada que viene adherida. Quien esté del otro lado también debe tener la funda e imitar el procedimiento para experimentar la sensación del beso.

“Es una manera de vincularnos a pesar de la distancia y mantener la intimidad en nuestras relaciones. Además, puede servir para reducir el estrés. Cuando nos involucramos en este tipo de contacto físico íntimo, tenemos un nivel más bajo de presión arterial”, expresó Zhang.