Booking y Uber piden a la Unión Europea abordar la tributación digital a través de la OCDE

Las plataformas digitales Booking.com, Deliveroo y Uber han pedido a la Comisión Europea que no apruebe su propio impuesto digital, sino que lo aborde a través de un acuerdo en el seno de la OCDE.

Así se recoge en las respectivas valoraciones que estas compañías han realizado en el proceso de consulta pública que Bruselas abrió el 18 de enero y que mantendrá hasta el 12 de abril sobre su propuesta de directiva para crear un impuesto digital en el seno de la Unión Europea.

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Así, Booking.com, plataforma digital dedicada a la reserva o alquiler de destinos turísticos y de viajes, considera que la creación de este impuesto “no puede ni debe considerarse de forma aislada de los esfuerzos de la OCDE y las iniciativas nacionales sobre impuestos a los servicios digitales”, al advertir que “una introducción unilateral de un impuesto digital por parte de la UE, ya sea como un impuesto adicional, un impuesto sobre los ingresos o un impuesto sobre las transacciones digitales, aumentaría los costos de hacer negocios en Europa”. Además, añade que el coste del impuesto podría ser traspasado por las compañías a los precios que pagan los consumidores.

Por ello, la plataforma turística asegura que “apoyamos firmemente y contribuimos activamente al trabajo de la OCDE hacia una reforma global de las reglas del impuesto de sociedades”, y espera que “la colaboración internacional conduzca a una solución que logre un equilibrio entre el alcance y el efecto, introduciendo reglas fiscales justas y uniformes para una economía digitalizada a nivel mundial”

Asimismo, Booking considera que el planteamiento actual “discriminaría a determinadas actividades y negocios digitales”, ya que, en su opinión, “la digitalización se está produciendo en muchos, si no en todos, los sectores, lo que hace que la idea de seleccionar determinadas empresas como digitales en lugar de otras sea inadecuada”.

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Además, la plataforma turística criticó que actualmente “existe la impresión general de que las empresas digitales obtuvieron ganancias durante la crisis de Covid-19”, y admite que “esto puede ser cierto para algunos sectores”, pero que “no es el caso de Booking.com y la industria de viajes en general”, ya que “la pandemia mundial de Covid-19 ha afectado gravemente” al sector turístico y de viajes, por lo que reclama tener en cuenta las especificidades de cada sector.

Deliveroo

Por su parte, Deliveroo, plataforma dedicada principalmente al reparto de comida, se muestra a favor de contribuir con impuestos en cada país, pero aboga por abordar la cuestión “a través de la colaboración a nivel mundial” y avisa de que “la acción unilateral de la UE corre el riesgo de socavar esfuerzos internacionales más amplios”, como los de la OCDE.

Sin embargo, la compañía, que destaca su trabajo con empresas locales como son los bares y restaurantes, considera que el impuesto propuesto por la Comisión no resolverá el problema de que haya empresas que no paguen impuestos en cada país en función de su actividad, sino que, en lugar de traer “igualdad de trato y equidad”, supondría “sancionar a las empresas que ya actúan de manera responsable y pagan impuestos en las jurisdicciones en las que se obtiene esos beneficios”. Por ello, aboga por que la regulación se centre en mejorar el marco legislativo de precios de transferencias entre empresas.

Además, Deliveroo pide que cualquier posible impuesto basado en los ingresos tenga en cuenta los diferentes modelos de negocio de cada empresa, ya que, apunta, las plataformas de reparto de alimentos actúan en los servicios ofrecidos, completando las entregas, mientras que otras plataformas actúan como meros intermediarios, de forma que en el primer caso las empresas asumen el coste de pagar al repartidor, por lo que “los impuestos sobre los ingresos pueden crear campos de juego desiguales”. Así, propone que, en lugar de un impuesto sobre los ingresos, se reforme el Impuesto de Sociedades en línea con la propuesta de la OCDE.

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Por último, Deliveroo también expresa su temor a que el impuesto digital suponga “un desincentivo para las empresas tradicionales que buscan soluciones tecnológicas para hacer avanzar sus negocios”, y opina que “una de las principales formas de ayudar a las empresas a llegar a nuevos clientes y mercados, y para ser más eficientes, es a través de una mayor digitalización”.

Uber

En cuanto a Uber, reconoce que “la necesidad de modernizar las normas fiscales internacionales para alinearse mejor con las realidades económicas del siglo XXI”, así como que la fiscalidad de la economía digital es “un problema global y no solo regional”.

Sin embargo, recomienda a la UE “buscar una solución de consenso global a través del proceso de la OCDE”, ya que, de lo contrario, “puede crear obstáculos insuperables para una solución global, frenar el crecimiento de la innovación digital y perjudicar la economía de la UE”, además de “descarrilar el proceso diplomático en la OCDE y aumentar las tensiones comerciales con Estados Unidos”.

Fuente: Expansión