Brave: un navegador que bloquea anuncios y los sustituye con banners propios

El año pasado, los bloqueadores de publicidad (ad blockers) tuvieron protagonismo luego de que Apple permitiera descargar este tipo de aplicaciones desde su tienda App Store. La novela suma un nuevo capítulo en estos días debido a que Brendan Eich, ex CEO de Mozilla y creador del lenguaje web JavaScript, anunció el lanzamiento de Brave, un nuevo navegador que está configurado por defecto para eliminar anuncios.

De acuerdo con la empresa, el programa puede bloquear publicidades “dañinas”, limitar el seguimiento basado en cookies y eliminar los píxeles de seguimiento. Además, promete que puede eliminar la publiidad “programática”, es decir, aquellas compradas a través de redes de anuncios en lugar de los contenidos “negociados por humanos”. Las redes de anuncios son compradas en subastas por máquinas, que son más eficientes para los anunciantes, pero que a veces son usadas para distribuir códigos maliciosos.

Pero, lo más importante, es que Brave promete interambiar los anuncios por banners de sus socios, que (supuestamente) utilizan métodos más seguros para mostrar publicidad. Además, se compromete a compartir sus ganancias publiitarias: el 55% serían destinadas a los editores de los sitios, mientras que otro 15 por ciento será ofrecido a los usuarios de Brave. Otro 15 por ciento se dirigirían a las redes de anuncios, en tanto que el 15% restante quedaría en manos de Brave.

Se trata de un modelo de negocios innovador dentro del segmento, donde Google aparece como el principal damnificado en caso de que este software prospere. El megabuscador no sólo lidera el mercado de navegadores, con Chrome; sino que su plataforma publicitaria AdWords/AdSense también es una de las más utilizadas. Además, Brave está basado en WebKit, el motor web primero usado por Safari y luego implementado por Chrome, y promete una mayor velocidad de carga ya que tiene ciertos parámetros para las publicidades que muestra.

La empresa ha conseguido un fondeo de 2,5 millones de dólares de capitales ángeles, aunque según Eich sólo necesita una base de usuarios estable de unos siete millones para ver si el sistema realmente funciona. Por el momento, Brave sólo puede ser utilizado por desarrolladores o entusiastas que puedan compilar el código, pues no hay un instalador disponible. No obstante, está abierto el registro para beta-testers.