Calentamiento global, en un punto sin retorno

Los científicos llevan décadas advirtiendo que el calentamiento global podría superar los peligrosos puntos de inflexión, conduciendo a las selvas tropicales, las capas de hielo y los arrecifes de coral hacia un espiral de muerte prácticamente irreversible.

Estos colapsos elevarían el nivel del mar, devastarían la vida marina e interrumpirían los patrones de circulación oceánica y atmosférica que dictan las temperaturas y las precipitaciones en todo el mundo. La muerte de las selvas liberaría grandes reservas de gases de efecto invernadero, mientras que el deshielo reduciría la reflectividad del planeta, acelerando aún más el calentamiento y aumentando el riesgo de provocar aún más puntos de inflexión.

La mayoría de los investigadores creían que las probabilidades de que esto ocurriera eran bajas, aunque las consecuencias serían devastadoras si se cumplieran. Sin embargo, un artículo reciente publicado en Nature avisa de que podríamos estar acercándonos rápidamente a los umbrales que pondrían en marcha algunos de estos acontecimientos.

Además, estos fenómenos podrían estar más interrelacionados de lo que se creía, lo que plantea la posibilidad de una “cascada global de puntos de inflexión que conduciría a un nuevo estado climático ‘invernadero’ menos habitable“, han escrito los autores, entre los cuales se encuentran los investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (Alemania) y de otras instituciones.

El artículo señala que los informes anteriores del panel climático de la ONU descubrieron que este tipo de eventos eran posibles solo si las temperaturas globales aumentaran a más de 5 °C por encima de los niveles preindustriales, una posibilidad poco probable en este siglo.

Pero las investigaciones más recientes sugieren que podríamos acabar con las capas de hielo de Groenlandia con tan solo 1,5 °C de calentamiento, un nivel que el planeta podría alcanzar para 2030 (las temperaturas ya han subido aproximadamente 1 ° C). Alcanzar los 2 °C, en combinación con la acidificación del océano y otros riesgos medioambientales, podría eliminar el 99 % de los arrecifes de coral del mundo. Es posible que con solo perder un poco más de la selva amazónica llegáramos a una extinción de árboles a gran escala que transformaría buena parte de la densa jungla en llanuras de hierba.

Hay mucha incertidumbre en torno a la nueva valoración de riesgo. Los científicos no están de acuerdo cuando hablan del significado del término “punto de inflexión”, de dónde se encuentra cada punto de inflexión específico y de las probabilidades de cruzar esos umbrales. Algunos investigadores han descubierto que la muerte del Amazonas podría estar provocada por la pérdida de entre el 20 % y el 40 % de la selva tropical (ahora estamos en el 17 %). También hay un importante debate sobre lo inestables que son los distintos glaciares y capas de hielo, y por ello, sobre lo rápido que podrían desaparecer y cuánto subirían los niveles oceánicos.

Los autores sostienen que los científicos deben realizar más investigaciones y mejorar los modelos para comprender mejor los riesgos. Pero también destacan que no podemos darnos el lujo de esperar para tener certezas y que debemos tomar medidas drásticas ahora para reducir las emisiones climáticas lo más rápido posible.

“Pecar por exceso de peligro no es una opción responsable”, escriben los autores. “La estabilidad y la resiliencia de nuestro planeta está en peligro“.