China cada vez más grande y poderoso

Quince países correspondiente a Asia y Oceanía firmaron este domingo un acuerdo comercial denominado Asociación Económica Integral Regional (RCEP), siendo este el mayor tratado de libre comercio del mundo, el cual beneficiará al régimen de Xi Jinping.

Este tratado ha sido rubricado virtualmente por ChinaJapón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, así como a los diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, integrada por Indonesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Myanmar, Camboya, Laos y Brunei).

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La RCEP, excluye a Estados Unidos, abarcará a 2.100 millones de consumidores y el 30% del PIB mundial.

“Estoy encantado de que después de ocho años de complejas negociaciones, finalmente demos hoy por terminadas de manera oficial las negociaciones del RCEP”, ha afirmado el primer ministro vietnamita, Nguyen Yuan Phuc, cuyo país es el presidente de turno de la ASEAN.

El pacto representa una alternativa al TPP, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. La Administración de Barack Obama concebía el ambicioso acuerdo entre ambas orillas del Pacífico, del que China estaba ausente, como el pilar económico para apuntalar la influencia de Estados Unidos en la región. A su llegada a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ordenó la retirada del pacto, que otros 11 países han ratificado.

La RCEP comenzó a negociarse en 2012 como una iniciativa de la ASEAN con aquellos países con los que ya tenía tratados de libre comercio (TLC): Australia, China, Corea del Sur, Japón, India y Nueva Zelanda.

Sin embargo, India decidió desmarcarse del acuerdo el año pasado ante el temor de verse inundada de productos más baratos, principalmente de China.

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El megacuerdo rebajará los aranceles hasta el 90% y aborda asuntos como la economía digital, las inversiones y la propiedad intelectual, aunque no contiene regulaciones sobre los derechos laborales y el medio ambiente.

Algunos expertos opinan que el tratado permitirá activar la economía y acelerar la recuperación tras el impacto de la pandemia de la covid-19 en los países de la región.

Pero no todos están de acuerdo: “Todo el proceso de negociación de la RCEP es un insulto a la democracia”, dijo en un comunicado Sara Elago, parlamentaria filipina y miembro de Parlamentarios de la ASEAN para los derechos humanos (APHR, siglas en inglés).

Elago precisó que los gobiernos han privilegiado a las grandes empresas y han negociado el tratado de forma poco transparente, sin consultas a la ciudadanía y sin la supervisión de los parlamentos.

Tras la firma del acuerdo, aumenta la presión sobre el presidente electo estadounidense, Joe Biden, para demostrar el compromiso de su futuro Gobierno con la región que acumula el mayor potencial de crecimiento en los próximos años. Biden aseguró el año pasado que tratará de renegociar el TPP para que Estados Unidos vuelva a sumarse, algo que no se presenta como una tarea fácil.