China está más permisiva con algunas empresas extranjeras

El gobierno de China está interesado en aumentar la llegada de capitales extranjeros al país y es por eso que está dando algunos pasos hacia un sistema económico más permisivo, especialmente en un momento en donde el crecimiento económico está cada vez más lento.

Una de las recientes medidas para mostrar su predisposición es que permitirá que ciertas empresas de comercio electrónico que sean de capital extranjero en su totalidad puedan comercializar en el país.

El fin de esta medida, que tendrá efecto inmediato, no sólo será fomentar la inversión extranjera, sino también incrementar el desarrollo y la competitividad de la industria, según confirmó el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información del país.

Lo que aún no está claro es cómo afectará a las empresas de comercio electrónico que ya operan en China. Allí están establecidas firmas locales muy importantes como Alibaba y JD.com, las que se están viendo beneficiadas por el auge de este negocio y por una clase media en ascenso que cada vez cuenta con más ingresos disponibles que invierte a través de este tipo de comercio.

Permitir que la propiedad extranjera arribe al país en forma totalmente independiente (esto es sin tener que contar con el apoyo de un capitalista del país asiático o empresa china que permita el aval de esta llegada) “apoya el desarrollo del comercio electrónico en nuestro país, fomenta y trae una activa participación de la inversión extranjera, haciendo la competencia en el mercado más interesante”, según informó el ministerio.

En los últimos años, el gobierno demostró su interés en apoyar el desarrollo de la industria, a través de bajos impuestos y sin tantas restricciones sobre el comercio transfronterizo, entre otras cosas. Dentro de la industria en general, el sector de Internet y el e-commerce son dos de los grandes beneficiados, lo que queda en claro con el fuerte crecimiento de compañías como Alibabá, Tencent y el buscado Baidu.

También es real que muchas empresas extranjeras tuvieron que enfrentar grandes dificultades para operar en el país por las medidas restrictivas del gobierno y por la falta de apoyo a las inversiones en sectores donde las empresas chinas ya tienen una capacidad de producción relativamente fuerte con tecnologías desarrolladas, hasta ahora.