China quiere que los robots reemplacen a millones de trabajadores humanos

Según el sitio Technology Review, el plan del gobierno será crucial para un esfuerzo más amplio de reformar la economía de China mientras también cumple con los ambiciosos objetivos de producción establecidos por su último modelo económico, que intenta doblar la renta per cápita para el 2020 desde los niveles de 2016 con al menos un 6,5% de crecimiento anual. El éxito de este esfuerzo podría, a su vez, afectar la vitalidad de la economía global.

Esto quedó claro en la Conferencia Mundial de Robótica en Pekín cuando  el vicepresidente de la República Popular China, Li Yuanchao, subió al escenario y flanqueado por dos robots humanoides de entretenimiento con cabezas desproporcionadamente grandes, entregó un mensaje del líder chino, Xi Jinping, para felicitar a los organizadores del evento.

Si bien muchos de los robots en la conferencia eran de servicio o entretenimiento, como aspiradoras robóticas, drones baratos o máquinas con aspecto cómico y diseñadas para utilizarse como acompañantes personales, también hubo muchos industriales.

China se ha convertido en el primer importador de robots del mundo, y la Federación Internacional de Robótica, calcula que el país dispondrá de más de un tercio de todos los robots industriales instalados en el mundo para el año 2018. No obstante, el número de robots por trabajador en el país asiático es mucho menor que en muchos países industrialmente avanzados, lo que indica un enorme potencial de crecimiento.

Prueba de esto, del interés del país por posicionarse en este segmento, es el programa anunciado en mayo conocido como “Made in China 2025”. Esta iniciativa pretende convertir China en una “potencia mundial de la fabricación” verde para ese año. El esfuerzo incluye la incorporación de conectividad e inteligencia a las fábricas, para aumentar la flexibilidad y la eficiencia. Está inspirado en la iniciativa alemana Industria 4.0 de 2011, e iniciativas similares para mejorar los sistemas de fabricación en Estados Unidos.

El componente robótico de esta transformación no se limitará a instalar más robots en las plantas. Algunas de las tareas actualmente realizadas por humanos no resultan fáciles de automatizar a bajo coste; mientras otras, como la manipulación de objetos o la inspección visual, requerirán de sofisticados sistemas de hardware y software.

De esta forma, el país podría convertir no sólo en un importante mercado para la tecnología robótica más avanzada, sino también en un productor de esa robótica avanzada.