Cómo crear una Smart City

(Colombia) Para el año, 2050 Colombia llegará a los 63 millones de individuos. El 70% de la población del mundo vivirá en ciudades, generando una concentración demográfica más que explosiva, que plantea numerosos desafíos para las infraestructuras urbanas actuales.

Las ciudades de Colombia operan, en su mayoría, de forma independiente y aislada, las redes eléctricas, la distribución de gas, el suministro de agua potable, el transporte público y privado, los edificios comerciales, los hospitales y los hogares, deberán integrarse para crear espacios urbanos más eficientes, habitables y sostenibles.

“Cada ciudad enfrenta desafíos únicos y no existe un plan que se adapte a todas las necesidades. Nosotros creemos en un enfoque basado en la colaboración, la innovación, la integración y la inteligencia para poder hacer de las ciudades colombianas unas Smart Cities”, afirma Francisco Jiménez, vicepresidente de negocios para Latinoamérica de Schneider Electric.

La clave para lograr que una ciudad sea Smart son los sistemas inteligentes, lo que combina un enfoque de abajo hacia arriba, centrado en los sistemas y con una inteligencia para la acción, de arriba hacia abajo, centrada en los datos.

1: Definir la visión
La colaboración es clave para desarrollar ciudades inteligentes. Tanto los gobiernos, las administraciones municipales, las empresas y los ciudadanos deben desarrollar y aceptar una visión compartida de su ciudad del futuro.

2: Elegir la tecnología adecuada
Las ciudades deben dar prioridad a sus puntos débiles e identificar los que requieren atención inmediata. Luego, deben conseguir un socio del ámbito de la gestión de energía que evalúe los requisitos y recomiende la tecnología más apropiada.

3: Integrar los sistemas
Las arquitecturas de los sistemas deben facilitar la captura de datos y permitir compartirlos y analizarlos para mejorar el rendimiento. Esto permite a las ciudades tomar decisiones fundadas y precisas.

4: Recurrir a modelos de negocio innovadores
Actualmente existen herramientas tales como los contratos de rendimiento de ahorro de energía, lo que permite a las ciudades financiar mejoras sin tener que hacer una gran inversión inicial.

5: Impulsar la colaboración
Las ciudades deben insistir en que los socios de tecnología y energía trabajen en forma colaborativa, para construir soluciones más valiosas a largo plazo.