Conectividad en Latinoamérica, el desafío de superar la fragmentación

En una entrevista exclusiva para TyN Magazine con Giovani Machado – Marketing Manager CALA de Corning – durante Futurecom 2018, nos comentaba sobre el progreso de la conectividad en Latam: “Con 600 millones de habitantes, América Latina tiene el potencial de posicionarse como uno de los bloques económicos más importantes del planeta. Sin embargo, dado que cada país opera de manera independiente, la tasa de adopción de servicios de tecnología no es tan rápida como en otras partes del mundo donde las regiones operan como una. Si aprovechamos el éxito de otras zonas y tomamos ventaja de la amplia capacidad de la región, sus perspectivas podrían ser más brillantes: las redes resultantes podrían impulsar a cada país individualmente y a la región en forma colectiva.

Superar la fragmentación de la conectividad en América Latina es clave para expandir y democratizar los servicios de banda ancha. Los avances en la estructura compartida, la inversión en mano de obra calificada y un diálogo cooperativo entre los gobiernos son esenciales para lograr mejores visiones a corto, mediano y largo plazo para la región.

Varios países ya comenzaron su camino hacia la universalización y mejora en la calidad de banda ancha. Por mencionar algunos ejemplos, Brasil, recientemente, buscó ofrecer beneficios fiscales para la construcción de redes de banda ancha (sin embargo, debido al complicado sistema impositivo brasileño, las medidas tuvieron poco efecto); México, por su parte, tiene como objetivo combatir los monopolios (un plan que ha logrado bajar los precios para el consumidor final, pero aún no ha dado lugar a un aumento significativo en la oferta del ancho de banda). Los gobiernos de Perú y Colombia, en asociación con el sector privado, han invertido en la instalación de backbone (es decir, construir una estructura de red de fibra para interconectar ciudades). Estas iniciativas son notables y podrían ser aún más impactantes si se alinean entre ellas.

Una mayor planificación común podría ser beneficiosa para todos, en particular en lo que se refiere al comercio dentro de la región.

El incremento en el tráfico de datos comenzó a exigir una nueva estructura de redes de fibra óptica, es decir un sistema de intercambio de mayor capacidad y una infraestructura de cableado capaz de soportar una demanda donde es necesario poder transmitir audio, imágenes y documentos a altas velocidades.

Debido a estos nuevos obstáculos, los operadores de redes reemplazaron el cableado de cobre por fibras ópticas, que pueden proporcionar la transmisión de datos de gran ancho de banda a largas distancias. De esta forma, la cantidad de información que pasa a través de la red es una función de los puertos del conmutador. Innovaciones como la infraestructura Base-8 permiten soportar las necesidades actuales con la escalabilidad, se obtiene una migración fácil para manejar las demandas de datos del mañana.

Los cables de fibra óptica también aseguran la calidad de la transmisión, aumentan la velocidad y la eficiencia, y reducen la huella total del sistema de cableado en un data center. La mayor demanda impulsada por innovaciones tales como el Internet de las cosas, Big Data e Internet 5G, requiere una actualización de la configuración de este centro, pero esta necesidad presenta importantes desafíos comerciales.

Una dificultad en la construcción de los data centers, es implementar medidas de seguridad para evitar su robo, la redundancia de energía para garantizar que el sistema continúe incluso con una caída repentina en la primera o incluso la segunda fuente y refrigeración para evitar el sobrecalentamiento de la máquina. Estas consideraciones son lo que llamamos el “caparazón”, en otras palabras, sólo el edificio sin la instalación del equipo.

Para superar estas dificultades y optimizar el uso de cables multifibra en los data centers, la arquitectura Base-8 fue creada recientemente de manera adaptable a todos los conectores cuando se usa en combinación con la Base 2. Con ella, es posible garantizar el uso del 100% de las fibras en una instalación y alcanzar velocidades de hasta 400GB (es decir, el doble de los 200GB alcanzados en los centros de mayor capacidad).

Las nuevas tecnologías se desarrollan exponencialmente según la demanda del mercado. A medida que más productos y servicios migran al universo digital, existe una creciente necesidad de que las empresas busquen soluciones que garanticen agilidad, estabilidad y seguridad para sus negocios.

Se debe buscar flexibilidad al servicio de la velocidad. La data centers de todo el mundo ya comenzaron a prepararse para el futuro con el uso de la tecnología de Base-8, conscientes que la demanda de flujo de datos continuará con su evolución. Por esto, podemos movernos más rápido en un mundo cada vez más conectado (y lleno de datos)”, concluía Machado.