Construir ciudades inteligentes sobre un modelo poco común

Por: Jean Turgeon es vicepresidente y tecnólogo Ejecutivo en Avaya

Es difícil definir a las ciudades inteligentes. En realidad, no existe un modelo para crear una ya que cada entidad tiene sus propios retos. Las ciudades más viejas con infraestructura existente, como Londres, tendrán un punto de arranque mucho muy diferente a las ciudades nuevas y modernas como Dubái.

Diferentes ciudades de todo el mundo también tienen distintas necesidades y prioridades: algunas se interesan en usar tecnología para incrementar la seguridad de la ciudadanía y reducir la tasa de criminalidad, mientras que otras buscan incrementar el ahorro de energía, mejorar la conectividad en la ciudad, resolver problemas de manejo de desperdicios o mejorar el flujo vehicular. Muchas ciudades como Dubái, Delhi, Singapur y otras en Norteamérica también se enfocan en brindar las mejores experiencias a los ciudadanos a través de información personalizada sobre cierres de vías, inscripción en escuelas, eventos locales, etc.

Por lo tanto, además de que no hay una definición exacta de lo que debe ofrecer una ciudad inteligente, existe también una escasez de iniciativas ‘inteligentes’ en el mundo.

Mayor éxito

Los líderes de todos los niveles de gobierno se enfocan en usar tecnología para resolver los retos específicos a los que se enfrentan los ciudadanos en su comunidad. A medida que avanzan para crear estas nuevas iniciativas inteligentes, se logra una mayor cooperación entre varios negocios e industrias para brindar una experiencia transformacional.

Este impulso es una buena noticia para todos los ciudadanos ya que los gobernantes y otros líderes están comenzando a reconocer que las ciudades inteligentes atraen talento, impulsan la innovación y generan mayor inversión del mundo de los negocios. Creo que veremos cada vez más servicios ‘inteligentes’ disponibles para ciudadanos durante los próximos años. El ritmo de implementación está en constante aceleración.

Tecnología existente

Aunque la mayoría de nosotros no nos damos cuenta de los beneficios que tiene vivir en una ciudad inteligente, contamos con la tecnología y los datos para hacer de este esperado sueño una realidad.

En todo el mundo las ciudades están desplegando decenas de miles de sensores conectados o Internet de las cosas (IOT por sus siglas en inglés). Este IOT es responsable de recolectar todo tipo de información en todas las áreas de nuestra vida (número de autos en la carretera, incendios, inundaciones, litros de agua consumidos o incluso la presión arterial de un paciente, etc.). Para que todos estos datos tengan sentido, los municipios también están invirtiendo en análisis de Big Data y plataformas de Inteligencia Artificial que, a través del aprendizaje automático, pueden procesar estos datos y brindar información útil para la comunidad en tiempo real.

Esta diseminación de información en tiempo real es clave para cualquier iniciativa inteligente, sin importar si es una respuesta de emergencia inteligente, edificios inteligentes, servicios de salud inteligentes, parquímetros inteligentes, etc. Todos estos sensores y todos estos datos serán de utilidad si detonan de forma automática flujos que brinden información a los ciudadanos y otras máquinas conectadas en tiempo real; por ejemplo, los semáforos de la ciudad que ayudan a las ambulancias o camiones de bomberos a llegar más rápido en situaciones de emergencia, o cámaras de seguridad que reconocen un crimen que está teniendo lugar y alertan a la policía.

Eliminación de silos de datos

Tenemos la tecnología, los datos y el impulso del gobierno y la industria. Debemos, entonces, continuar acelerando la integración de diversas industrias y rompiendo silos de información entre todas las diferentes bases de datos.

Por ejemplo, imagine las posibilidades de salvar vidas si se compartieran datos entre los departamentos de transporte, salud y emergencia de una ciudad. Tras un descarrilamiento de trenes, un sensor conectado detonaría automáticamente una llamada al Punto de respuesta de seguridad pública (Public Safety Answering Point – PSAP). A través de la integración de sistemas, el PSAP enviaría un dron con cámara de alta definición para grabar un video en tiempo real y enviarlo a los rescatistas antes de que lleguen a la escena. Desde ahí, con base en su evaluación, se avisaría a un hospital que se preparara para recibir a 15 o 20 pacientes. Toda la tecnología está ahí para lograr este escenario, pero debemos unir cada una de las piezas.

Para hacer de este ejemplo una realidad, necesitamos una plataforma de Inteligencia Artificial abierta que pueda integrar de forma transparente diferentes innovaciones de diversos proveedores e innovadores de tecnología. Ya pasó la época de obtener tecnología de un solo proveedor. Ahora vivimos en una era de cooperación + competencia (“coopetencia”) donde se necesita que varias tecnologías de la competencia trabajen juntas para brindar el negocio empresarial que espera. Un ecosistema abierto es crítico para este éxito.

El modelo de “Coopetencia”

En el caso de aspirar a tener ciudades inteligentes, los gobernadores y líderes de gobierno pronto tendrán que tomar muchas decisiones. En el momento de crear sus iniciativas inteligentes, deberán evaluar lo que es adecuado para su ciudad con base en las necesidades específicas. Entonces será necesario hacer una extensa investigación cuando se unan las piezas del rompecabezas: elegir entre diversos proveedores de servicios, integradores de sistemas, plataformas de análisis de datos, asistentes digitales, plataformas de comunicación, etc. Toda esta tecnología innovadora de diversos líderes tecnológicos y diferentes proveedores deberá trabajar en conjunto para brindar información y servicios a los ciudadanos en tiempo real.

Es por eso que, si no hay un modelo a seguir, solo hay una forma en que las ciudades de todo el mundo pueden asegurar que sus iniciativas inteligentes sean un éxito. Casi como si construyeran una casa, los líderes de gobierno deben construir su ciudad inteligente sobre una sólida base: una plataforma de comunicación abierta que permita que la mejor tecnología se una para resolver las necesidades específicas de la ciudad y crear los mejores resultados para sus ciudadanos.