Desafíos y cambios regulatorios en América Latina

El 2do. Congreso Regional de Telecomunicaciones (CRT2014), a celebrarse del 18 al 21 de agosto en la ciudad de Panamá, será el punto de encuentro para que los principales actores de la industria de las telecomunicaciones compartan experiencias, buenas prácticas en materia de políticas públicas, discutan los desafíos regulatorios regionales y alcancen los consensos necesarios que permitan incrementar la inversión, el despliegue de redes, la cobertura y calidad de servicios y la conectividad en beneficio de los habitantes de América Latina.

El 2do. Congreso Regional de Telecomunicaciones es organizado por la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (Ahciet), la asociación de operadores móviles GSMA Latin America, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos de Panamá (ASEP) y CAF –banco de desarrollo de América Latina.

También participarán en el CRT2014 organismos colaboradores como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Latin American and Caribbean IP address Regional Registry (Lacnic), Internet Society (Isoc), el Foro Latinoamericano de Entes Reguladores (Regulatel) y la Secretaría General Iberoamericana (Segib).

Los actores reunidos (autoridades, reguladores, organismos internaciones, empresas, académicos y opinión pública especializada) discutirán los nuevos paradigmas de las telecomunicaciones y la forma cómo están impactando en las políticas públicas, la regulación, el despliegue de infraestructura, la inversión y los márgenes de ganancias de las empresas de telecomunicaciones, el beneficio para los consumidores y la reducción de la brecha digital.

América Latina representa 10% del mercado móvil mundial por ingresos y es la segunda región con más rápido crecimiento en el mundo. El total de conexiones móviles asciende a 631.8 millones y se estima que para 2017 existirán 500 millones de conexiones de banda ancha móvil. La industria de las telecomunicaciones representa 4% del PIB de la región.

En general, los gobiernos reconocen la importancia de las TIC para fomentar el desarrollo humano, impulsar la productividad, el crecimiento económico y la innovación; asimismo, han diseñado políticas públicas para contribuir a la reducción de la brecha digital, el incremento de la conectividad, la inclusión a la Sociedad de la Información y la generación de una economía digital.

Según un estudio realizado por Ahciet en 2013 en 11 países de América Latina, para reducir la brecha digital en 2020, la región requiere invertir en promedio 44 mil 372 millones de dólares anuales, un total de 355 mil 825 millones de dólares de inversión acumulada a 2020.

CAF también presenta su estudio “Expansión de infraestructura regional para la interconexión del tráfico de Internet en América Latina”, realizado con Raúl Katz y su equipo de Telecom Advisory Services, en el cual se recomienda el despliegue de una red regional de IXP que podría generar una reducción de 38 por ciento en los costos actuales de tránsito (USD$ 1,800 millones); representaría una contribución al producto bruto regional de entre US$ 3,557 y US$ 4,472 millones, con inversiones moderadas de capital. En materia de asequibilidad, inclusión y calidad de banda ancha, el impacto implica una reducción promedio de 8,33 por ciento en las tarifas reales del servicio y un aumento de la velocidad de conexiones de banda ancha de 35 por ciento.

La industria móvil regional de las telecomunicaciones detecta un clima de incertidumbre en las políticas regulatorias que obstaculizan la continuidad de licencias de espectro en muchos países de la región. Esta demora ocasiona una reducción en el gasto de capital (Capex) de hasta 67 por ciento, así como retardo en el despliegue de infraestructura y nuevos servicios móviles, en perjuicio de los consumidores en términos de aumentos potenciales de precios y reducción en la calidad de los servicios móviles.

Al retardo en el proceso de renovación de licencias 2G en algunos países de la región, se suma la escasez de espectro radioeléctrico para banda ancha móvil de cuarta generación. La Unión Internacional de Telecomunicaciones recomendó liberar 1,300 MHz de espectro para 2015; sin embargo, en el mejor de los casos, algunos países de la región no alcanzan 30 por ciento de la recomendación de la UIT.