El ADN del acuerdo entre Nokia y Alcatel-Lucent

La reciente decisión de Nokia de desembolsar US$16.600 millones por su rival francés Alcatel-Lucent permitió que las dos empresas estén nuevamente en el centro de la escena.

Si bien ambas son compañías reconocidas por su amplia trayectoria, su posición había sido relegada a un segundo lugar, avasalladas por un mercado en el que los jugadores que marcan el terreno son los que supieron adaptarse a los cambios tecnológicos.

[blockquote align=”right”]Alcatel-Lucent aún está en proceso de reestructuración del personal que comenzó en el año 2013 y que incluía 10.000 despidos.[/blockquote]

La experiencia por la que pasaron estas empresas fue una visión general de lo que sucedió con muchas otras. Compañías proveedoras de infraestructura de telecomunicaciones y que alguna vez también supieron ser fabricantes de celulares pero que finalmente debieron desprenderse del negocio de los dispositivos móviles.

El motivo fue clave: no saber cómo competir en ese mercado frente a la avasallante aparición de firmas que inicialmente no eran de ese rubro pero que sí supieron ver hacia dónde se dirigía la industria. E incluso la llegada de gigantes chinos que decidieron saltar las murallas de su país de origen y ofrecer sus productos al mundo.

Por ejemplo Ericsson, que actualmente es el número uno en el mercado de infraestructura de redes y al que pretenden enfrentarse Nokia y Alcatel-Lucent con este acuerdo, también se dedicaba a la fabricación de teléfonos móviles con Sony Ericsson. El resultado es que hoy son dos empresas totalmente independientes, con Sony dedicada de lleno al negocio de las terminales, entre otros productos.

Tanto Nokia como Alcatel-Lucent han pasado por situaciones parecidas. Nokia el año pasado vendió su división de telefonía móvil a Microsoft mientras que Alcatel-Lucent vendió Alcatel Mobile Phones a la china TCL 10 años atrás, que hoy es quien se encarga de fabricar los Alcatel One Touch.

Ahora ambas empresas formarán un solo jugador que a partir del año próximo comenzará a llamarse Nokia, que seguirá en la industria de infraestructura, que tendrá su base en Finlandia y en la que se fusionarán no solo los activos económicos sino también los casi 61.000 trabajadores que Alcatel-Lucent tiene en todo el mundo con los 55.000 de Nokia.

Es que estas fusiones, si bien son una bocanada de aire para las compañías, también puede tener efectos secundarios negativos, como suele ser el caso para muchos de los empleados, ya que resulta muy difícil sostener una planta con más de 110.000 trabajadores, como quedaría conformada la de este nuevo grupo.

Hasta el momento, los casi 8.000 empleados que tiene Alcatel-Lucent en Francia continuarían en la compañía ya que para respaldar el acuerdo, el gobierno francés exigió que se mantuvieran los puestos de trabajo. Pero nada se dijo de los 53.000 restantes. Mientras que por parte del gobierno finlandés no se planteó exigencias sobre la protección del empleo.

[blockquote align=”left”]Ambas fueron avasalladas por un mercado en el que los jugadores que marcan el terreno son los que se adaptaron a los cambios tecnológicos.[/blockquote]

Si bien aún no se ha dado a conocer ninguna información sobre el despido de empleados, un punto a tener en cuenta en este tema es que Alcatel-Lucent aún está en proceso de una reestructuración del personal que comenzó en el año 2013.

En octubre de ese año se había confirmado que recortaría 10.000 puestos de trabajo a nivel mundial durante los siguientes dos años. De manera que este 2015 aún está en plena ejecución de este plan. Los despidos planteados en ese entonces eran de todos los continentes: 4.100 puestos en Europa, Oriente y África, 3.800 en Asia y 2.100 en América.

Otro tema a considerar es lo que pasó el año pasado con la venta de la parte de dispositivos móviles de Nokia a Microsoft, operación que había comenzado en el 2013 y que se aprobó definitivamente en el 2014. Aunque en ese momento se había comentado que no se harían recortes, o que se harían lo menos posible, en julio del año pasado Microsoft eliminó 18.000 puestos de trabajo en varias tandas. Y la mayoría de esos trabajadores, como se podía esperar, pertenecieron a la división móvil de Nokia.

Este nuevo grupo tiene como uno de sus objetivos el ahorrar unos 9.000 millones de euros para el año próximo. Y si bien confirmaron su interés de reducir los costos sin más despidos que los planteados previamente por Alcatel-Lucent, los números son los que marcarán cómo sigue esta historia.