El hombre nuclear, cada vez más cerca de ser realidad

La empresa biomédica islandesa OSSUR, especialista en productos ortopédicos, desarrolló micro sensores mioeléctricos para implantar en el tejido muscular residual, luego de una amputación.

El 20 de mayo, el presidente y CEO, Jon Sigurdsson, anuncio en Copenhagen, que habían logrado conseguir, por primera vez a nivel mundial, que dos pacientes amputados tuvieran el control del movimiento de sus prótesis en forma subconsciente. Uno de ellos, Gummi Olafsson, había perdido su pie y pierna derecha en su niñez a causa de un accidente de auto.

“El control de mi pierna biónica fue casi instantáneo. Ni bien me pusieron mi prótesis, me llevó más o menos 10 minutos tener el control sobre la misma, me pude levantar y empezar a caminar. Fue como si la moviera con mis propios músculos. Era realmente extraño e impresionante”, comentó Olafsson.

El sensor neuroeléctrico implantado (IMES) mide 5 mm de largo por 3 mm de ancho y fue provisto por la Fundación Alfred Mann de Estados Unidos, que desarrolla tecnología médica para uso en pacientes.

Según Thorvaldur Ingvarsson, cirujano ortopédico y director de investigación y desarrollo de OSSUR, el mecanismo de acción de esta nueva tecnología permite al cerebro del paciente tomar el control de los movimientos tanto a nivel subconsciente como consciente.

La diferencia de este dispositivo con los usados hasta el momento reside en que es el primer sensor que se implanta dentro del cuerpo del paciente, mientras que en el resto debía trasplantarse tejido muscular de otra parte del cuerpo y requería para operar de la neuroplasticidad cerebral.

OSSUR planea tener todo el sistema (dispositivo biónico asociado al IMES) en el mercado para el uso de los pacientes dentro de 3 a 5 años.