El monedero electrónico representa un cambio cultural

Transformar el celular en un monedero electrónico se está convirtiendo en una realidad, gracias a la generalización de los smartphones y el cambio cultural experimentado por los consumidores.

“Hace años que la industria ha mostrado un enorme interés por los ‘Wallets’ y los pagos a través del celular”, explica el director de banca y seguros de Tecnocom, Miguel Ángel Prieto. “Éste ha aumentado gracias al uso ya generalizado de los Smartphones, sin embargo, sólo se había materializado en la realización de pilotos de ámbito reducido, derivado de las importantes limitaciones logísticas y del ecosistema comercial basado en las tarjetas SIMS”, agrega.

Esta situación ha variado radicalmente desde el año pasado y ha empezado a despegar con la entrada de los grandes players. “Visa, MasterCard y American Express ya han definido las bases técnicas para ofrecer pagos móviles de forma segura dentro de las redes actuales de pagos, como el Host Card Emulation (HCE)”, cuenta el director. En paralelo, cada vez más entidades emisoras están sacando Wallets propios que permiten realizar pagos móviles en cualquier terminal de venta con capacidad NFC”.

A estas dinámicas del mercado se suma la fuerte apuesta realizada por fabricantes como ApplePay y SamsungPay, que se produce de forma paulatina y país a país, pero que tiene una gran capacidad para movilizar a millones de consumidores apasionados por la experiencia como usuario que estos fabricantes ofrecen.

En su último estudio sobre Medios de Pago, Tecnocom identifica tres grandes líneas de innovación: las transferencias electrónicas inmediatas (Faster Payments), el creciente desarrollo de los Wallets móviles, los avances en comercio electrónico y señala las diferencias en cuanto a su avance entre regiones.

Las iniciativas de transferencias electrónicas inmediatas y de bajo costo, ya presentes en determinados mercados, como el británico (Faster Payments), permitirán avanzar en la reducción del uso del efectivo en el día a día de los ciudadanos, favoreciendo el desarrollo de nuevas aplicaciones como son el pago entre personas P2P (Person-to-Person) empleando el móvil o los pagos en comercios P2B (Person-to-Business). En este último punto, los pagos inmediatos podrían incluso amenazar localmente -de forma gradual-, el uso de las tarjetas de débito.

En cuanto al comercio electrónico, a pesar de su crecimiento exponencial, existe una problemática no resuelta respecto al balance entre seguridad y usabilidad, ya que la aplicación de mecanismos 3-D Secure definidos por las marcas, incluyendo métodos de autenticación del titular como el envío al móvil de un OTP (One Time Password) por parte del emisor, pueden ser una traba para la finalización de la compra, desde el punto de vista de experiencia de usuario.

A estas tendencias emergentes se suma el creciente interés por la tecnología Blockchain, conocida por la criptomoneda, Bitcoin. Esta tecnología permite la creación de sistemas transaccionales descentralizados pudiendo ser empleada para otros fines dentro del sector bancario distintos al de Bitcoin, como por ejemplo la mensajería asociada al comercio exterior. Las entidades ven diversas posibilidades futuras en su aplicación, y ya se están trabajando en iniciativas que seguramente veremos despegar en el corto o medio plazo.