El nuevo rol de la videovigilancia para el sector de petróleo y gas

(América Latina) Sudamérica concentra un conjunto importante de países exportadores de petróleo y gas: Ecuador, Colombia, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y, claro, Venezuela, uno de los más grandes exportadores de óleo crudo en el mundo. Con el desarrollo del sector en los últimos años, se está asistiendo a un aumento en las inversiones en tecnologías de punta para el monitoreo por video, que busca satisfacer las nuevas necesidades de sus operaciones.

Según el informe más reciente de la consultoría independiente Control Risks, Petróleo y gas en Sudamérica: Riesgo y recompensa en la Tierra de la Oportunidad, los principales riesgos para las operaciones de petróleo y gas en Sudamérica son crímenes locales comunes y oportunistas.

Estos pueden surgir tanto por parte de grupos armados revolucionarios como por empleados con malas intenciones. Justamente son ese tipo de situaciones las que se intenta enfrentar al elegir un sistema de video vigilancia, pero, como algunas empresas empiezan a percibir, la tecnología ahora permite que las cámaras se utilicen para mucho más que exclusivamente garantir la seguridad de bienes y del personal – que en el caso de ese sector de petróleo y gas implica la protección de centros de investigación que almacenan estudios y datos críticos para el futuro de la empresa. La realidad es que el video ya puede abarcar el apoyo a gestión de procesos.

De hecho, las cámaras pueden interferir en la operación de plataformas de extracción y en refinería, creando ambientes más seguros incluso para los empleados; con ellas por ejemplo pueden evitar la revisión presencial de la instrumentación del manómetro para obtener informaciones sobre presión de gases en tuberías. La propia cámara de Axis Communications puede exhibir la información y evitar riesgos.

Ese es uno, pero hay varios ejemplos que comprueban que el sector de petróleo y gas tiene requisitos específicos que exigen soluciones particulares de monitoreo. Los ambientes de interés, muchas veces, se encuentran en puntos aislados y de difícil acceso. Por eso es importante que las cámaras de monitoreo sean fáciles de instalar.

Esos ambientes incluyen puntos entre ciudades por donde pasan conductos poco iluminados, por lo que las cámaras necesitan grabar imágenes en la oscuridad e identificar si alguien se acercó a la instalación. Pero ¿cuál es la mejor manera de visualizar en la oscuridad? La solución está en el uso de cámaras térmicas que a la diferencia de una cámara común capturan la diferencia de temperatura entre los cuerpos. Aunque el ambiente esté totalmente oscuro, las cámaras térmicas, como la AXIS Q1931-E, permiten visualizar la llegada de personas y accionar alarmas o iluminadores.

Por la presencia de gases y polvo en el proceso de refinación de petróleo, también se puede hacer necesario el uso de cámaras con cajas de protección reforzadas, hechas de acero inoxidable; un desarrollo reciente de Axis Communications tras consultar a clientes del sector de petróleo y gas respecto a sus necesidades reales.

En el caso de los centros de investigación, críticos para esas empresas porque concentran sus activos más valiosos, es posible identificar las personas que llegan y salen de esos espacios y utilizar analíticos de intrusión para detectar cualquier invasión.

Lo mismo puede ser hecho en zonas remotas para generar alertas automáticas si alguien traspasa un área o intenta dañar la cámara. La tecnología IP permite que, aunque estén lejos, se obtenga un status de funcionamiento de los equipos y se ofrezca a los supervisores el máximo control sobre las operaciones.

Para aprovechar todo el potencial es importante trabajar con empresas integradoras que conozcan en profundidad las necesidades del sector, creando proyectos a medida para instalaciones de extracción, refinación y distribución de derivados. Axis posee una lista recomendada de socios certificados y especializados para este tipo de instalación.

En general, el sector de óleo y gas está conectado a innovaciones tecnológicas y dispone de profesionales que conocen el estado del arte en el área de TI. El principal desafío muchas veces es lidiar con un parque de equipos analógicos muy amplio, resultado de inversiones hechas hace 10 ó 15 años y que no ofrecen alta calidad de imagen o capacidad de visualizar objetos en ambientes de baja iluminación, mucho menos inteligencias en la cámara.

En Sudáfrica, por ejemplo, Engen Petroleum Limited, la segunda más grande refinaría del país, decidió sustituir sus cámaras análogas de CCTV por un sistema de video vigilancia con alta calidad de imagen (HD), y codificadores de vídeo para hacer la migración de la señal análogo hacia el IP.

Al optar por una solución de videovigilancia IP, el usuario puede contar con protocolos de comunicación abiertos, como VAPIX y ONVIF, que permiten aprovechar la herencia análoga y empezar a utilizar soluciones avanzadas de imagen. Un camino que un número creciente de empresas en Sudamérica se preparan para hacer.

Por Andrei Junqueira, Gerente de Desarrollo de Negocios para Axis Communications en Sudamérica.