El papel del dinero institucional en el crecimiento de bitcoin

El dinero institucional (que es aquel que proviene de entidades que pueden juntarlo en grandes cantidades como por ejemplo los fondos de inversión) tiene la capacidad de hacer subir como la espuma la cotización de aquel activo en el que invierta, y parece que a pesar de lo que piensan de las criptomonedas algunos popes de la inversión como Warren Buffett, se está fijando en bitcoin y en el resto de habitantes del criptoecosistema por razones que pasaremos a desgranar a continuación, así como tratar de responder a la pregunta de qué impacto tendrá en la futura cotización de bitcoin, y por ende del resto de criptomonedas.

El valor de bitcoin durante las horas bajas del dólar 

La idea de invertir en bitcoin bien para especular (por ejemplo mediante una plataforma de trading posicionándose en corto o en largo, actividad que conlleva un riesgo alto al contar con que las posiciones irán apalancadas y las criptomonedas son muy volátiles) o bien para construir una reserva para protegerse de la incertidumbre financiera (también arriesgado, ya que como se ha dicho las criptomonedas han demostrado una volatilidad poco común) es algo cada vez más habitual, quizás no se encuentren las criptomonedas a diario en la prensa más generalista, pero sí en prensa y blogs económicos, aunque no estén especializados en las criptomonedas, y a esto probablemente haya ayudado la debilidad de la divisa fiat por excelencia, el dólar estadounidense.

Y es que el bitcoin, y algunas de las criptomonedas más capitalizadas, se están abriendo paso en zonas del mundo en las que tradicionalmente el dólar funcionaba como una de las reservas de valor preferente, como pueden ser Argentina y Venezuela, países en las que el dólar se negocia con avidez incluso en mercados no oficiales. ¿Podrían estas economías golpeadas por la hiperinflación mostrar al resto de países como las criptomonedas conviven con las monedas fiat en los intercambios del día a día haciendo de la necesidad virtud? No sabemos si el resto de la ciudadanía mundial adoptará las criptomonedas en masa, lo que sí está claro es que los inversores institucionales ya están en ello.

Como afectará el interés de los inversores institucionales a bitcoin 

La neoyorkina firma Messari afirmaba en un estudio publicado en verano del año pasado que si tan solo el uno por ciento del dinero institucional se volcase en bitcoin esta criptomoneda superaría los cincuenta mil dólares (ahora vale algo más de trenta y seis mil dólares) con el efecto arrastre que ello implicaría en el resto de las criptomonedas, que suelen moverse al compás de lo que marca la cotización de la decana de las criptomonedas, algo nada descartable debido a la aparente disminución de la confianza en el activo de reserva predilecto hasta ahora, el dinero fiat.

¿Por qué iban estos inversores institucionales a preferir bitcoin y otros activos digitales al oro o las acciones? Bueno, lo primero es decir que la mayoría de estos fondos ni siquiera tendrán las criptomonedas como activo principal, así que no se puede decir que sea el activo preferente, pero sí que están ganando peso con rapidez, sin ir más lejos hace poco más de una década ni siquiera existían y ahora están en el punto de mira de importantes inversores. Entre las ventajas principales de bitcoin está la de la facilidad para convertirla en líquido, aunque esto no es tan necesario para inversores no institucionales ya que pueden utilizar sus criptomonedas para pagar con muchas plataformas, sí que es algo a tener en cuenta en el caso de los fondos de inversión, en definitiva, siempre va a haber un comprador dispuesto para bitcoin.

Por su parte un inversor con experiencia puede tratar de aprovechar los movimientos de estas ballenas, que debido a la ley de la oferta y la demanda hacen crecer el valor de lo que compran de forma masiva, de dos formas; si son traders posicionándose en consecuencia (teniendo en cuenta que toda tendencia contiene movimientos a la contra que pueden cerrar la posición en pérdidas) y si son el clásico inversor vendiendo cuando el ciclo alcista haya terminado, para recoger ganancias que reinvertir cuando llegue el momento, algo muy fácil de decir pero difícil de lograr.