Gigantes tecnológicos pagarían US$450 millones por acuerdo laboral ilegal

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  • 16/01/2015

En el mercado tecnológico, la competencia entre las grandes empresas cada vez es más reñido, y se utilizan todo tipo de herramientas para poder estar al frente de los rivales, muchas veces considerando cierta “impunidad” por ser quienes son.

Una de las formas de enfrentar al otro es captar la atención del talento del personal de su competidor, incorporándolo a su staff. El año pasado hubo importantes ejemplos de esto, incluso en los altos cargos, como la contratación por parte de Facebook de un ex CEO de PayPal, David Marcus.

Pero para que esto no suceda, cuatro grandes empresas del sector habrían hecho un pacto ilegal que evita la contratación de empleados que hayan trabajado en alguna de las otras tres. Se trata de Apple, Google, Intel y Adobe. Y en estos casos, la ley no hace excepciones.

[blockquote align=”right”]Los acusados continúan negando que hayan violado alguna ley.[/blockquote]

Es por eso que estas grandes empresas del Silicon Valley llegaron a un acuerdo para pagar US$450 millones y así resolver la demanda hecha por algunos empleados que la acusaban de realizar este convenio ilegal entre las cuatro.

Esta propuesta millonaria fue revelada en una moción presentada por las firmas ayer en la Corte Federal del Distrito en San José, California, la que deberá ser estudiada por la jueza a cargo, Lucy Koh. Se trata de la segunda oferta de, caso. La primera fue presentada el año pasado y era de US$324.5 millones, pero fue rechazada por la jueza al considerarla insuficiente.

La demanda colectiva fue presentada en 2011, acusando a varias empresas tecnológicas de haber anulado las carreras y perspectivas salariales de varios de sus mejores empleados al elaborar pactos explícitos para eliminar cualquier competencia entre ellas para hacerse a los servicios de trabajadores calificados.

Otros tres grupos involucrados en situaciones similares son Intuit, Lucasfilm y Pixar, que ya habían firmado un acuerdo similar en 2013 y que pusieron fin a los cargos en su contra a cambio de US$20 millones.