Google: la principal amenaza para cualquier empresa de Internet

Mi juego. Mis reglas. Si quieres ser parte de él, deberás respetarlo”
Megatokio Webcomic, by Piro

La frase que abre este artículo, al mejor estilo “tómalo o déjalo”, parece ser la doctrina base de Google. El megabuscador se ha convertido en la principal vía de acceso a la web: cualquier sitio que desee estar visible debe aceptar cada uno de los puntos que establece Google o permanecer en el anomimato.

Uno de los últimos episodios de la serie fue el protagonizado por RetailMeNot, un sitio de cupones y ofertas que basa gran parte de su éxito en que las búsquedas de Google. Desde el cambio en el algoritmo de búsqueda realizado en mayo pasado, el tráfico de búsquedas de RetailMeNot se redujo de 64% a 60 por ciento durante el segundo trimestre del año. Pero la caída financiera fue aún peor: el precio de las acciones disminuyó al 50 por ciento, según revela Business Insider.

[blockquote align=”right”]Tras el cambio de algoritmo, el tráfico de RetailMeNot bajó. Y su valuación bursátil decreció a la mitad.[/blockquote]

Otro caso donde se evidencia esta práctica fue protagonizado por el sitio de recomendaciones de restaurantes Yelp, que rechazó ser adquirida por Google en 2009. La venganza fue terrible: el buscador incluyó su propia alternativa a Yelp en la parte de arriba de su página para aprovechar las búsquedas basadas en geolocalización. Como resultado, las visitas a Yelp provenientes del buscador bajaron un 19 por ciento.

Otro evento resonante de los últimos meses fue la guerra en la que los diarios digitales españoles se batieron con Google News y pagaron cara la osadía: fueron desterrados del principal buscador de noticias del mundo. En este caso, Google aclaró que no estaban dispuestos a pagar un canon para un servicio que no le genera publicidad. Este pretexto es el lado iluminado de la luna, pues es cierto que no se muestra publicidad.

Pero en el lado oscuro de la luna se oculta que todo lo que hace Google está destinado a solventar su suculento negocio publicitario: sus productos tienen por objeto delinear el perfil del usuario para ofrecerle anuncios acordes que tengan mayor posibilidades de ser cliqueados. Esto abarca desde saber qué sitios visita y qué productos busca en Internet, hasta qué temas de actualidad le interesan.

El pulgar arriba o el pulgar abajo ya no está en la mano derecha del césar. Hoy, los destinos de cualquier empresa de Internet está en algo que si bien se presenta como totalmente objetivo –por su origen matemático–, no está libre de autoritarismos y antojos: el algoritmo de Google, feroz gladiador que defiende los intereses del imperio tecnológico más poderoso de Internet.

[blockquote align=”left”]Google actualiza su algoritmo casi 500 veces al año, lo que equivale a una vez cada 17,5 horas.[/blockquote]

Una prueba de la manipulación del algoritmo puede verse en la red social Google Plus. De acuerdo con cifras de la consultora Statisa, Facebook ostenta 1.358 millones de usuarios, contra 343 millones de Google Plus. Pero, con frecuencia y olvidando cualquier tipo de priorización basada en cantidad de visitas o viralización, los posteos de Google+ hechos por los contactos del usuario suelen aparecer en la primera pantalla de resultados. Hagan sus pruebas para comprobarlo.

Las actualizaciones de este algoritmo se realizan varias veces por año. Según el consultor Tomás de Teresa, son cerca de 500 updates anuales, o una cada 17,5 horas. Por lo general, son cambios mínimos, que realmente mejoran la experiencia del usuario, como ocurrió en noviembre pasado, cuando la empresa permitió identificar en los resultados de búsqueda los sitios preparados para sitios móviles. Otras son modificaciones necesarias, como combatir el spam web y los sitios de “baja calidad”. Pero en las grandes actualizaciones, como la de mayo pasado, llamada Panda 4, algunas empresas denuncian que el algoritmo también esconde cuestiones que responden a la estrategia empresarial de Google.

Para Eric Schmidt, el principal rival de Google es Amazon (crédito: Google).

Claro que hay empresas que pueden hacerle sombra. Según Business Insider, Amazon parece ser el único rival de temer. El propio Eric Schmidt, ex-presidente de Google, aseguró que Amazon se está convirtiendo en un buscador de productos para comprar, ofreciendo información más útil y detallada. Además, tiene una masa de usuarios lo bastante importante. El problema reside en las pequeñas y medianas empresas, y los emprendimientos.

Esto se agrava a medida que Google va conquistando más mercados: ya dejó de ser sólo un buscador: hoy ofrece webmail, herramientas para empresas, sistema operativos para móviles (y próximamente, también para autos) y está metiéndose de lleno en el lucrativo mercado de Internet de las cosas, más exactamente en el segmento de las casas inteligentes, con la compra del fabricante de sensores para hogar Nest y del desarrollador de cámaras de vigilancia hogareñas DropCam.

Y hasta posee su propio navegador que se convirtió en el más utilizado del mundo. Su browser fundió la barra de direcciones, para ingresar a cualquier website; con su propia caja de búsqueda, para acceder a los resultados que su algoritmo crea pertinentes. El tablero de Google se amplía cada vez más. Y con ello crece su juego. Con sus reglas.