Hacia dónde se dirige la revolución tecnológica de los puntos de ventas

El uso de sensores y cámaras para analizar los hábitos del consumidor en el punto de venta y de qué manera interactúa con los productos es la clave de la revolución tecnológica en los puntos de ventas. Si levanta un artículo, se para frente a determinado sector de la góndola o hace ciertas expresiones faciales ante un estímulo específico –como pueden ser publicidades o acciones promocionales–, la empresa detrás de esos sensores lo sabrá.

Recopila datos como el género, la edad, la altura y el tamaño de la persona, que les sirve a las marcas para conocer a quién le resulta atractivo su mensaje en las tiendas. Incluso existen sucursales con pantallas inteligentes que pueden cambiar su contenido de acuerdo con el perfil de la persona que está parada frente a ellas.

Antes de la aparición de estos algoritmos, los retailers contaban las marcas de los dedos frente a la vidriera para saber cuánta gente se interesaba en alguno de los productos en display. En sus comienzos en 2012, los desarrollos se hacían con un aparato creado por Microsoft, el Kinect, pero con los años quedó obsoleto en el mercado. Hoy lideran los sensores de Intel.

El Pionero

Amazon Go es ineludible a la hora de explicar las innovaciones en el punto de venta. El gigante del e-commerce pasó al formato brick con una sucursal sin cajas, inaugurada en Seattle, Estados Unidos.

En la tienda, el cliente ingresa, escanea su celular para dar inicio a la compra, y las cámaras y sensores instalados en techos, piso y góndolas permiten saber cuáles son los productos que introduce en su carrito. Así, el shopper sale de la tienda sin pasar por las tradicionales cajas y paga con la tarjeta registrada en la app.

Vidriera interactiva

En las tiendas de moda el servicio se basa en el análisis del conteo de personas que se detienen frente a la vidriera y las que entran al local, y de las colas en las tiendas para entender cuántas cajas se necesitan para eficientizar el proceso y en qué momento de la temporada funciona más determinado contenido en las vidrieras. Datos que sin tecnología se hacen a ojo, local por local.

Las personas no sólo se mueven por los precios bajos, las marcas de prestigio, o conveniencia, sino que buscan experiencias únicas y a medida.