La agilidad ya no es una opción, es un requisito para las compañías en América Latina

[influencers author=”Claudia Vásquez” linkedin=” https://www.linkedin.com/in/claudia-vasquez-4111831?authType=NAME_SEARCH&authToken=DUn8&locale=en_US&srchid=261936231471275589307&srchindex=3&srchtotal=971&trk=vsrp_people_res_name&trkInfo=VSRPsearchId%3A261936231471275589307%2CVSRPtargetId%3A3406477%2CVSRPcmpt%3Aprimary%2CVSRPnm%3Atrue%2CauthType%3ANAME_SEARCH” img=”https://media.licdn.com/mpr/mpr/shrinknp_400_400/AAEAAQAAAAAAAAR9AAAAJGFlZmEzYWJiLWZmOWEtNDE3Ni05OGRhLTI2M2E4MGE3OTI5ZA.jpg”] Claudia Vásquez, CEO Latam de CA Technologies[/influencers]

La economía compartida no es un concepto lejano o atado al futuro, es una realidad que ya está en curso. Para las compañías, esto se traduce en grandes innovaciones y en una forma de gerencia cada vez más ágil. Todos los empresarios deben tener un ojo en lo que están haciendo los startups y otro en lo que se está creando desde la academia, pero además tienen que traer ideas creativas y novedosas a la mesa. Aquí es, precisamente, en donde “agilidad” se convierte en una palabra fundamental. La agilidad les permite a diversos miembros de una misma comunidad converger incluso desde diversos lugares del mundo para compartir sus perspectivas y acciones en tiempo real, y así poder innovar de una manera mucho más rápida y eficaz.

La rapidez se ha convertido en un requisito. Las compañías que hasta ahora se están acercando tímidamente a la economía de las aplicaciones están destinadas a fallar. La agilidad es la única que puede responder, desde las compañías, a esta nueva generación que demanda servicios nuevos y personalizados.

Los usuarios ya no esperan ni 6 segundos para que una aplicación descargue su contenido, así como tampoco quieren perder tiempo en un teléfono esperando a que los atiendan en su banco. Los millenials ya no le temen al cambio y cada vez están más ávidos de tecnología. Pero a lo que sí le temen es a desperdiciar tiempo en burocracia o en otras actividades que no les generen ningún placer. Es por esto que las compañías que quieren prosperar en esta nueva era tienen que aprender cómo transformarse de manera rápida para mejorar constantemente la experiencia que ofrecen a sus clientes.

Adicionalmente, los millenials están cada vez más inclinados a rentar o alquilar que a comprar productos o servicios, por dos razones básicas: la renta mensual es más barata y además pueden renunciar a ella en cualquier momento cuando dejen de usar dicho producto o servicio. Y es aquí en donde las empresas deben seguir esta lógica y potenciar la renta de servicios en la nube, por ejemplo, – son escalables, seguros y más económicos. Los proveedores de gestión de servicios han hecho que estos servicios estén disponibles para compañías medianas, también. Es un gana-gana.

Los negocios están usando la Gestión Ágil, los DevOps y diversas metodologías de entrega como una forma para acortar el time-to-market de aquellos productos que son totalmente influenciados por la retroalimentación de sus clientes. Aunque este es un fenómeno reciente en Latinoamérica, está cobrando importancia porque las compañías de la región tienen facilidad para adaptarse de manera rápida a nuevas realidades y por las notorias habilidades de comunicación de los latinos.

Estoy segura de que la economía de las aplicaciones juega un rol social importante ya que le permite a las compañías llegar a consumidores a los que antes no tenían acceso. La nube, la movilidad y las redes sociales son los principales motores de esta economía de las aplicaciones.

Es obligación de las compañías entender que los consumidores tienen ahora más opciones, y que además se consultan entre ellos – incluso más allá de las fronteras geográficas -, así que solo seguirán marcas que realmente entiendan y respeten sus necesidades.