La importancia estratégica de la banda ancha

 

Recientemente, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, afirmó que el acceso a Internet debería entenderse como un derecho humano, lo cual refleja el nivel de importancia de la banda ancha en todo el planeta. Se trata, indudablemente, de un enorme motor de desarrollo económico y social.

Según la Comisión de Banda Ancha de la ONU, más del 40% de la población del mundo ya cuenta con acceso a Internet. En un plazo no superior a los dos o tres años esta cifra llegaría al 50%. En estos últimos años, la banda ancha móvil, que ya cuenta con tres mil millones de usuarios en todo el planeta, ha sido un catalizador muy importante de crecimiento.

En Latinoamérica, existe un avance sostenido. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) demostró que un aumento del 10% en la penetración de banda ancha impacta directamente en el crecimiento económico. No es casual que los países latinoamericanos que han liderado el crecimiento económico en los últimos años, sean también los que encabecen la penetración de la banda ancha a nivel regional.

La banda ancha está transformando el escenario de las telecomunicaciones. Este proceso se genera principalmente a partir del desarrollo de las tecnologías móviles con el consiguiente impacto, a nivel mundial, en el descenso del número de abonados de telefonía fija. Se estima que, solo en el último lustro, la baja ha sido de unos 100 millones de abonados. Otro aspecto interesante es el crecimiento del ancho de banda internacional. Acorde a cifras de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) éste alcanzó un 45% entre 2001 y 2013, cifra que llegó a casi un 30% en los países en desarrollo.

Según la Comisión de Banda Ancha de la ONU, la República de Corea goza del mayor nivel de penetración de banda ancha por hogar con un 98%. En tanto existen 77 países con más del 50% de su población conectada. Los diez primeros son europeos, entre los cuales se destaca Islandia con un 96,5%. Desde el punto de vista de la penetración del acceso en los hogares, existen aún muchas diferencias entre países en desarrollo y países desarrollados. Mientras en los primeros, según la UIT, es cercana a 30%, en los países desarrollados llega a un 78%. En los países en vías de desarrollo existe aún una gran disparidad entre los grandes centros urbanos, donde se alcanzan buenos índices, y el resto del territorio.

De acuerdo al “Índice de Desarrollo de Banda Ancha” (IDBA), del BID, los 26 países de Latinoamérica alcanzan una evaluación de 4,37, en una escala que califica de 1 a 8 en cuatro áreas: políticas públicas, regulación estratégica, infraestructura y aplicaciones y conocimiento. En este ranking lidera Chile, con 5,57, pero aún a distancia del promedio de 6,14 que obtienen el conjunto de los países de la OCDE. Esto indica que se se está en el camino adecuado, aunque. para acercarse a la realidad de los países europeos, faltan aún muchas mejoras cuantitativas y cualitativas.

Como señalamos antes, la banda ancha es considerada un motor de desarrollo y también una excelente herramienta para combatir la desigualdad. Buscar los mecanismos, estrategias y políticas públicas para fortalecer el acceso en todas las zonas geográficas de nuestros países es una tarea prioritaria para las autoridades con el apoyo del sector privado. De esta manera, y en el corto plazo, las brechas irán disminuyendo y, en consecuencia, las distancias que nos separan de las naciones más desarrolladas.

Por David Iacobucci, Gerente de Ventas de Level 3 Chile