La ONU pone límites a los coches “autónomos”

Alrededor de 60 países, incluidos Japón, Corea del Sur y los Estados miembros de la Unión Europea han firmado una nueva regulación de la ONU que establece “estrictos” requisitos para los Sistemas Automáticos de Mantenimiento de Carril (ALKS por sus siglas en inglés) o vehículos semiautónomos que, una vez activados otorgan el control al vehículo.

Se trata de la primera regulación internacional vinculante sobre la automatización de vehículos de nivel 3, que limita la velocidad operativa de los coches equipados con este nivel a un máximo de 60 km/h. Entrará en vigor en enero de 2021, e incluye la obligatoriedad de equipar cajas negras.

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¿Qué requisitos tendrán que cumplir los fabricantes y proveedores?

El reglamento exige que las pantallas a bordo utilizadas por el conductor para actividades distintas a la conducción se suspendan automáticamente tan pronto como el sistema de nivel 3 solicite al conductor retomar el control.

Un punto importante es que los ALKS no podrán activarse en vías donde los peatones o ciclistas puedan circular o en aquellas donde no haya separación física entre carriles de sentidos contrarios.

También se establecen requisitos sobre cómo la tarea de conducción debe devolverse de manera segura desde el sistema al conductor, incluida la capacidad del vehículo para detenerse en caso de que el conductor no responda adecuadamente.

Volvo ya ha anunciado la introducción de este sistema en todos sus vehículos este mismo año, así como la instalación de cámaras en los habitáculos que monitoreen el estado de atención del conductor.

El Reglamento incluye la obligación de los fabricantes de automóviles de introducir sistemas de reconocimiento de disponibilidad de conductores. Estos sistemas controlan cada 30 segundos tanto la presencia del conductor (que debe estar con el cinturón de seguridad abrochado) como la disponibilidad del mismo para recuperar el control.

Por otro lado, el nivel 3 deberá cumplir con los requisitos de seguridad cibernética y actualización de software establecidos en otras dos nuevas regulaciones de la ONU que también se adoptaron esta semana.

Además introduce la obligación de equipar el vehículo con una caja negra, llamada Sistema de almacenamiento de datos para la conducción automatizada, que registrará cuando el sistema del nivel 3 está activado.

Los países signatarios aplicarán el nuevo reglamento a partir de enero de 2021, fecha en la que entra en vigor. Estados Unidos se queda fuera, pero deberá adaptar los modelos que exporte a la normativa de los países signatarios.

Ya en marzo de 2019, el Parlamento Europeo inició una revisión del Reglamento General de Seguridad para introducir en los vehículos nuevos europeos (incluidos camiones, autobuses y furgonetas) 11 sistemas de seguridad que serán obligatorios para 2022, y a partir de mayo de 2024 para los modelos existentes.

Entre ellos se encuentran las cajas negras, capaces de monitorear y almacenar desde la velocidad hasta la ubicación pasando por la forma de conducir.

El gran salto del nivel 2 al nivel 3

La principal diferencia con respecto al nivel 2 es que la tecnología de nivel 3 es suficientemente inteligente como para ser consciente de sus propios límites y saber cuándo debe pedir el control del humano si la situación puede ser potencialmente peligrosa o inapropiada.

Aquí el conductor puede enviar un mensaje de texto con su móvil u ojear su pantalla de infoentretenimiento sin necesidad de prestar atención constante a la carretera.

Pero de momento es en el nivel 2 donde se mueven el Autopilot de Tesla, el Traffic Jam Assist de Audi y Acura, el Super Cruise de Cadillac, el Driving Assistant Plus de BMW o el ProPilot Assist de Nissan.

La realidad es que todas las tecnologías requieren que los conductores presten atención a la vía, y la mayoría requiere que se mantengan las manos en el volante. Solo el sistema Super Cruise de Cadillac usa una cámara para monitorear la mirada del conductor.

Para ponerlo en contexto, se considera que un coche es 100 % autónomo cuando ha alcanzado el nivel 5 SAE de conducción autónoma y la intervención del conductor es prescindible en cualquier escenario. Aquí (y en un futuro muy lejano), las siestas son posibles.

Lo cierto es que es marco regulatorio aún no favorece la democratización de un nivel 3 de autonomía, y marcas como Audi han tenido que dar marcha atrás en sus planes de implementar el nivel 3 en su nuevo sedán A8.