La tecnología abre puertas a oportunidades económicas

(Latinoamérica) Con la gran variedad de alternativas de pago electrónico que existen en la actualidad, resulta difícil creer que el 85% de las operaciones financieras del mundo todavía se realicen en efectivo o mediante cheques. En Latinoamérica, esa estadística alcanza un asombroso 94%.

La mayoría de la gente se sorprende al saber que el papel moneda todavía está muy vigente en la sociedad tecnológica de hoy en día. Sin embargo, la mayoría de las personas aún elige realizar sus operaciones financieras cotidianas utilizando dinero en efectivo o cheques.

Según cifras de MasterCard, el 80% del Consumo Privado de los latinoamericanos todavía se realiza en efectivo o por medio de cheques.

El comportamiento de algunas de estas personas puede que sea influenciado por la costumbre, mientras que otras consideran que el efectivo les brinda mayor control sobre sus gastos. No obstante, es muy posible que una gran parte no utilice activamente los servicios bancarios, algo que históricamente ha sido necesario para obtener y utilizar una tarjeta de crédito o de débito tradicional.

Se calcula que 2.500 millones de personas en todo el mundo no tienen relación alguna con los bancos o no pueden participar activamente en el sistema comercial. Eso es más de un tercio de la población del planeta Tierra.

Sin embargo, un número cada vez mayor tiene acceso a otra poderosa herramienta con el potencial de conectarlos con el sistema financiero. Se trata del teléfono móvil, y hay más de 5.000 millones en circulación (comparados con las tan sólo 1.800 millones de cuentas bancarias).

A medida que la tecnología NFC (Near-Field Communications) continúa tomando impulso como plataforma para los pagos móviles, estos dispositivos funcionan cada vez más como una puerta hacia la inclusión financiera. Eso se transforma en nuevas oportunidades para las personas que no cuentan con servicios financieros para participar más plenamente en el sistema comercial y hacer un aporte a su economía local.

El año pasado, MasterCard y Telefónica celebraron un acuerdo de joint venture para comenzar a ofrecer nuevas soluciones financieras móviles a los más de 87 millones de usuarios móviles de Movistar en América Latina. Las empresas están trabajando conjuntamente para crear una cartera móvil (mobile wallet) que permitirá a los consumidores hacer pagos mediante su teléfono celular, y, asimismo, transferir fondos, pagar cuentas y hacer compras en Internet.

El servicio no solo fomentará la inclusión financiera para los consumidores latinoamericanos, sino que también ayudará a expandir la aceptación de los pagos móviles a sectores que tradicionalmente solo han aceptado las operaciones en efectivo, entre ellos, los taxis, servicios de entrega a domicilio y venta directa, como las operaciones puerta a puerta.

En un sentido más amplio, poblaciones marginadas tecnológicamente están comenzando a recibir recursos valiosos a través de los cuales podrán simplificar su vida y escapar de la pobreza.

La Fundación Grameen, gracias a la cual la gente tiene acceso a pequeños préstamos, información y oportunidades de negocios, ahora, les está suministrando a los agricultores de bajos ingresos de Colombia, información sobre precios, el clima y la agricultura a través de teléfonos móviles y otras herramientas. Estos datos reducirán los riesgos que estos trabajadores enfrentan, lo cual redundará positivamente en su producción y en la calidad de vida. Asimismo, los servicios permitirán que las cooperativas agrícolas mejoren su servicio a los agricultores.

Tanto en los mercados desarrollados como en los que están en vías de desarrollo en todo el mundo, los avances tecnológicos están abriendo un mundo comercial a cuantiosos segmentos de la población que históricamente han estado desconectados de la realidad circundante. Y, para aquellas personas que ya son participantes activos en el sistema financiero, la tecnología está mejorando la experiencia del consumidor al recibir nuevos niveles de velocidad, eficiencia, valor y entretenimiento.

Por Ann Cairns, presidente de Mercados Internacionales para MasterCard Worldwide.