La tecnología aplicada en las nuevas formas de trabajo y de organización

Estos nuevos modelos laborales demandan una adecuada integración entre personas, tecnología y espacio físico. Pero ¿cómo saber si esta ecuación está funcionando correctamente en la oficina actual? Y si no es así ¿cómo definir la nueva estrategia para un espacio que permita mejorar el bienestar y la performance de las personas?

La sociometría puede darnos una respuesta. Esta disciplina creada en 1920 por el psiquiatra rumano Jacobo Levy Moreno para estudiar los vínculos que se dan en los grupos humanos, está comenzando a ser utilizada en las organizaciones para medir y analizar la relación entre estos tres aspectos fundamentales en un entorno laboral exitoso: personas, espacios y tecnología.

Correctamente aplicada, brinda información clave para incorporar al diseño de las nuevas oficinas conceptos basados en la experiencia del usuario, que impactan de manera directa sobre la motivación, la calidad de vida y el desempeño de las personas.

Midiendo la efectividad del espacio

Para evaluar la performance del espacio de trabajo es necesario medir la efectividad de la relación entre el entorno físico y las actividades de las personas, incluyendo datos sobre los aspectos sensoriales y emocionales que influyen en su comodidad, creatividad, desempeño y calidad de vida.

La sociometría de los entornos de trabajo utiliza el conjunto de herramientas tradicionales como encuestas, observación directa y entrevistas, con el agregado de desarrollos tecnológicos que recolectan y procesan datos, permitiendo reconocer patrones y obtener un amplio panorama sobre la forma como se lleva a cabo el trabajo, las estructuras de relación social y los procesos dentro de las organizaciones.

El desarrollo tecnológico ha abierto una gran oportunidad para recolectar una enorme cantidad de información que puede ayudar a medir no solo la eficiencia del espacio en términos de costo por m2, sino también a evaluar en qué medida el diseño del espacio de trabajo le da soporte a la estrategia de negocios, a fin de sacar el mayor provecho del potencial que este importante activo estratégico representa para la organización.

La naturaleza ubicua de la tecnología móvil hace de los teléfonos un medio ideal para el estudio tanto de las personas como de las organizaciones y lo mismo ocurre con los registros de actividad del correo electrónico, la navegación en la Web, la mensajería instantánea y la comunicación electrónica en general. Estos medios cuentan con la gran ventaja de poder ampliarse a miles de personas.

Pero la tecnología ha llegado aún más lejos con la aparición del Sociometric badge (el sociómetro): un dispositivo electrónico portable similar a las tarjetas de identificación, capaz de medir interacciones cara a cara, obteniendo patrones de comportamiento individuales y colectivos de forma automática a partir de señales sociales inconscientes.

Algunas de sus funciones son:

• Medición del movimiento corporal como caminar, sentarse, asentir con la cabeza, mover las manos, etc.
• Reconocimiento de las características de la voz para medir señales no lingüísticas como entusiasmo, nivel de interés y capacidad de persuasión.
• Localización del usuario en espacios interiores.
• Captura del tiempo de interacción cara a cara.

El análisis de estos datos brinda la posibilidad de comprender cómo se relacionan las personas dentro de la organización y detectar indicadores sobre la cohesión del grupo, la participación activa de cada miembro, la cantidad y calidad de sus conexiones, el flujo de la información, y muchas otras métricas que ayudarán a las organizaciones a tomar mejores decisiones.

El análisis de esta enorme cantidad de información es un área de la inteligencia de negocios y la tecnología de Big Data llamada “People Analytics”.

La interpretación de estos datos transformará nuestra comprensión sobre aspectos cruciales como los patrones de socialización en el lugar de trabajo, el impacto del diseño en las personas y las actividades y las claves de la creatividad.

Este conocimiento se podrá usar para crear nuevas formas de organizar a la gente que mejorarán radicalmente la forma en la que trabajamos y diseñar espacios de trabajo de alta performance, que respondan a las necesidades cada día más complejas del actual contexto económico-social.