La Transformación Digital está cambiando la forma de hacer negocios

Todo contemporáneo cree en la singularidad de la época que le toca vivir. Si bien la historia siempre muestra en perspectiva que esa impresión es a menudo incorrecta, la transformación digital de nuestra época es un hito. Es, en verdad, posible que en importancia incluso supere las implicancias de la Revolución Industrial en una dimensión filosófica que aquella no tenía en tal profundidad.

Y nada muestra la magnitud del cambio como la computación cognitiva. Esta disciplina de la inteligencia artificial imita el funcionamiento del cerebro humano, lo cual lleva a replanteos de conceptos que van desde la razón hasta la conciencia. En un plano más cercano a nuestra realidad, esos sistemas animan los softwares de traducción y las tecnologías que interconectan los diversos servicios e infraestructura de las ciudades inteligentes.

De hecho, la nube informática y la computación cognitiva son los motores de la transformación digital, dice Juan Manuel González, de la firma consultora global Frost & Sullivan, quien dirigió el informe de investigación “La nueva forma de las comunicaciones empresariales”, presentado el 9 de marzo en la conferencia de “Transformación Digital” organizada por Tigo Business en conjunto con Avaya en la Ciudad de Guatemala.

González analizó las perspectivas de la transformación digital para Centroamérica. En ese sentido, postuló un factor vital para la aceleración del proceso en la región: según datos del Fondo Económico Mundial, el producto interno bruto de Centroamérica (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice) registrará una expansión de 4,1 por ciento en 2017. Ello triplica la expansión prevista para América Latina para el mismo año.

Ese ritmo de crecimiento ha permitido un alto nivel de penetración digital no solamente en América Central sino en todo el arco continental comprendido desde México hasta Argentina.

“El futuro de nuestra región es digital”, sostiene González. Y apunta los datos: En el 2020, habrá 2.000 millones de dispositivos conectados entre sí a la vez que vinculan a sus usuarios. Al mismo tiempo, se espera que 564 millones de latinoamericanos usen internet en el hogar, lo cual supone una penetración de 84 por ciento. Un número superior—que supera ese universo por más de cien millones de personas—usarán servicios móviles: 665 millones; es decir, una penetración de 99 por ciento.

Aun así, la economía móvil aún representa un porcentaje proporcionalmente pequeño del PIB. De acuerdo con números de Frost & Sullivan, apenas un 5 por ciento del PIB de América Latina corresponderá a la economía móvil hacia el 2025.

  1. Instituciones: es decir, estabilidad y madurez institucional que sirva de marco para la transformación vital de los procesos económicos y sociales que implica esta revolución tecnológica;
  2. Una clase media consolidada: para que ocurra la evolución, es necesaria una masa crítica con el poder adquisitivo y la capacidad educativa suficientes como para aprovechar plenamente las posibilidades ofrecidas por los nuevos recursos digitales y promueva su progreso;
  3. La diversificación de la economía: La dependencia de materias primas e industrias básicas en la región—dificulta el auge de la transformación digital.

En cuanto al primer factor, la relativa estabilidad institucional de América Latina en las últimas tres décadas promete servir como base para el salto digital.

En este sentido, Guatemala está bien posicionada para aprovechar tendencias económicas globales y peculiaridades intrínsecas para beneficiarse del progreso que puede acompañar a la transformación digital. Si bien la diversificación de la economía es aún baja, el ser el país más poblado de Centroamérica—con más de 16 millones de habitantes—le ofrece una ventaja diferencial grande.

“El creciente número de dispositivos móviles en el país representan una oportunidad para el comercio y los pagos móviles. Estamos en la época del consumidor más informado y conectado de la historia lo que ha cambiado sus hábitos de consumo. Es por ello, que también las empresas deben evolucionar y cambiar sus modelos de negocio para lograr una personalización de los servicios y productos acorde a las necesidades de los clientes”. Francisco Mancilla, director de Tigo Business.

 

“En el mundo digital de hoy, todas las compañías en cualquier sector de la industria tienen acceso a tecnologías digitales, pero en su proceso de adopción es necesario entender que estos proyectos son complejos e incluyen cambios a todo nivel de la organización. Es por ello, que deben prepararse  y entender que para lograrlo requieren de una infraestructura abierta que les permita colaborar con otros para impulsar la innovación y lo más importante, que al final, la participación y satisfacción del cliente es el centro y el objetivo de ésta”. José Fernández, director Avaya Centroamérica y Caribe.

 

De todas maneras, la transformación digital ha venido para quedarse, si tan solo por una razón demográfica, según González, de Frost & Sullivan. Un 72 por ciento de los Millennials, la generación nacida entre 1980 y 2000, elige comprar productos y servicios a través de una aplicación móvil y ligeramente menos—un 71 por ciento—usa los dispositivos para expresar quejas o dar parte de un problema. Ellos son los que dictarán el rumbo. Se prevé que para 2025 el 50 por ciento de la mano de obra sean Millennials.