Los consumidores quieren más funcionalidades en los wearables

Mientras que las estadísticas demuestran que todavía hay mucho interés por las tecnologías vestibles, sin contar las relacionadas con fitness, el precio de entrada de los dispositivos wearables podría ser una barrera de entrada. A su vez, las expectativas de los usuarios sobre la funcionalidad de los terminales exceden lo que los productos ofrecen.

La conclusión anterior se desprende del estudio Ericsson ConsumerLab, que entrevistó 5.000 usuarios de smartphones, de los cuales el 50% contaba con algún wearable, una proporción alta con relación al promedio del mercado.

El 32% de los encuestados mostró interés en la adquisición de un botón de pánico y un 25% dijo que podría comprar un dispositivo de autenticación de identidad. Los relojes inteligentes se mantienen como objeto de deseo: un 28% compraría ese dispositivo.

Los porcentajes de aspiraciones de compra de la encuesta contrastan con algunos estudios. Por ejemplo, Strategy Analytics estima una caída del 12% para las ventas de reloj inteligente de Apple para este año, después de un lanzamiento auspicioso. Un tercio de quienes no usan wearables aseguró en la encuesta que el costo es una de las razones clave por las que no compraron tecnología de vestir hasta ahora. A su vez, la investigación de Ericsson indica que un 10% de los usuarios de wearables dejó de usar la tecnología.

Una causa común de insatisfacción con la tecnología de vestir es que los clientes se sienten atados a sus teléfonos inteligentes, ya que los dispositivos wearables no tienen funcionalidades independientes. Esto también podría estar vinculado a la proposición de valor global / precio de este tipo de dispositivos, que pueden ser vistos como un producto de conveniencia en lugar de un reemplazo de smartphones.

De todas formas, la encuesta demuestra viabilidad a largo plazo para la tecnología portátil, aunque habría que aumentar la funcionalidad de los dispositivos antes que pudiera ser considerada como una tecnología mainstream. Al parecer, la conectividad independiente sería un mínimo necesario.