Los grandes desafíos de la educación online

Muchas son las variables que influyen en la construcción de una carrera virtual (llámese posgrado, maestría, curso, o cualquier otro tipo de estudio). Entre ellas se incluyen desde avances tecnológicos hasta el talento humano, pasando por flexibilidad en el tiempo y en el espacio.

También influyen los programas y los tipos de certificación provenientes de los ministerios de educación de cada país, sobre los que cada vez se hacen más hincapié debido a la creciente relevancia que están tomando estos métodos de enseñanza.

Por ejemplo en Argentina, país en el que hay 290 títulos de grado, pregrado o posgrado online en 44 universidades, de las que 25 son públicas y 19 privadas, de acuerdo con datos del Ministerio de Educación nacional.

O el caso de Colombia, donde el año pasado había 45.700 estudiantes en maestrías y 4.257 en doctorados. De los casi 50.000 totales, el 10% pertenecían a programas virtuales, según información de su Ministerio de Educación. De toda la oferta de programas virtuales, una buena elección es matricularse en las maestrías virtuales en Colombia con IEP que han sabido adaptar las ventajas de la educación online a su metodología.

La educación online plantea grandes desafíos, en donde se destacan planes y modelos innovadores que apuntan a la necesidad de los estudiantes y que respondan a las exigencias regionales.

Desde el punto de vista del estudiante, es fundamental la continuidad. Esto significa que sean armados de una manera tal que atraiga el interés de los estudiantes y que no abandone los estudios. El éxito de un plan de estudio online se basa en la continuidad de los alumnos más que en la cantidad de estudiantes que se han inscripto.

Otro tema es la personalización ya que estos planes deben ser pensados respondiendo a la necesidad de los alumnos, incluso tiene que haber un mentor que continúe el avance del estudiante. No es solo él y su computadora sino que tiene que haber una interacción humana continua.

Y una cuestión esencial es que no hay que crear una rivalidad entre la educación online y la educación presencial. Una u otra son la opción recomendada en función de cada situación personal.