Los hospitales del futuro, ¿inspirados en una película de Steven Spielberg?

 

 

Accidente. Las ambulancias responden rápidamente. Durante su trayecto al hospital, escaners 3D toman imágenes del paciente y las envían al hospital.

Las impresoras robóticas 3D preparan estructuras personalizadas para estabilizar al paciente a su llegada. Para lesiones internas, se localizan las stem cells (células madres) del paciente y se prepara la formulación de tinta correspondiente a la zona de la lesión.

El material de quirófano se modifica de forma tal que los depósitos de biotinta apropiados pueden ser cargados y los cabezales de impresión adecuados son fijados para permitir la entrega al sitio de la lesión.

El cirujano está listo para actuar. Desgraciadamente el paciente va a perder una pierna. Los técnicos necesitan imprimir una estructura que haga posible la comunicación neurológica que posibilite el movimiento de la prótesis.

Mientras tanto, en la sala de investigación clínica, están siendo evaluadas las células madres del paciente para prevenir cualquier enfermedad  neurológica.

Durante la última década, los avances con las células madres han sido significativos así como el uso de impresiones 3D.  Estas últimas nos permiten realizar estructuras de órganos o parte de estos que se sientan como reales.

De vuelta al quirófano. El cirujano planifica la cirugía junto a su robot impresor, mientras que varios técnicos están a mano por si ocurre algún problema en la impresión.

Luego de la cirugía, al ser dado de alta el paciente, se retira del hospital con un traje que le cubre todo el cuerpo el cual tiene sensores integrados para hacer el seguimiento a distancia de los signos vitales del mismo ( frecuencia cardíaca, presión arterial y el chequeo del movimiento del miembro reparado). Todos los datos son transmitidos a una central, desde la cual se extraen los signos de recuperación del paciente o se ven los problemas que necesitan atención.