Nuevas normas tributarias de la UE impactarían en gigantes tecnológicos

Las empresas tecnológicas multinacionales se están preparando para contraatacar frente a las nuevas reglas fiscales que la Unión Europea está diseñando que los obligaría a pagar mayores impuestos en más países en los que operan.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo emitió ayer una serie de recomendaciones encaminadas a que las grandes empresas en muchas industrias dejen de evadir el pago de cientos de miles de millones de dólares en impuestos anualmente utilizando estructuras que si bien son legales, ya están quedando bajo presión para que sean modificadas, en particular en Europa.

Las nuevas normas podrían eventualmente reorientar hacia las arcas del Estado europeos miles de millones de euros provenientes de compañías estadounidenses como Facebook y Google que se canalizan en los paraísos fiscales como Bermudas y las Islas Caimán, según un reciente informe de Wall Street Journal. Las reglas también podría acelerar el cambio estructural en algunas de las empresas de tecnología más grandes del mundo, incluyendo Amazon.com y Apple.

Apple, Facebook, Amazon y Google, ahora una subsidiaria de Alphabet, no han hecho ningún comentario sobre esta normativa. Sólo han dicho en otras oportunidades que ellos están pagando los impuestos que deben pagar.

Mientras que las nuevas normas no se dirigen explícitamente a empresas tecnología, estas han sido objeto de escrutinio especial, ya que generan importantes ingresos en muchos países europeos, pero pagan relativamente poco impuesto.

Aún no se sabe qué amplio impacto tendrán las nuevas normas sobre las empresas ni la cantidad de impuestos que tendrán que pagar. Una vez que las recomendaciones representen la opinión consensuada de todos los países miembros de la OCDE, tendrán que ser promulgada a través de tratados fiscales, y las autoridades fiscales nacionales tendrán que interpretar entonces las nuevas reglas.

Lo que preocupa al sector tecnológico, según el mismo informe, es si estas nuevas reglas podrían ser implementadas de manera diferente por países lo que podría generar controversias en la forma en que cada uno asigne los ingresos , y la disputa legal entre las empresas y las autoridades fiscales sobre la cantidad a pagar.

Un tema previo que ya se viene tratando respecto a la cuestión fiscal es el de los cambios en el concepto legal llamado establecimiento permanente. Bajo los tratados actuales, el beneficio de una empresa extranjera se imponen solamente en el país que tenga como establecimiento permanente.

El concepto ha ayudado a las estructuras corporativas toda Europa. Por ejemplo Google, mantienen una única sede en un país con ventajas fiscales y allí recogen todos sus ingresos procedentes de clientes externos. Las empresas no declaran ingresos externos en otros países porque afirman varias excepciones a la definición de establecimiento permanente en virtud de tratados fiscales actuales. Este tipo de estructura ha llevado a una lucha entre Google y Francia y a otras grandes empresas a aprovecharse para evadir impuestos en forma legal.