Operadores brasileños quieren menos obligaciones en telefonía fija

Este año debe definirse la extensión de las licencias para prestar telefonía fija en Brasil para el periodo 2016-2020.

Las discusiones sobre la renovación de las concesiones para las incumbentes de telefonía fija en Brasil toman calor al descubrirse las diferentes posturas en las audiencias públicas que pautó el regulador Anatel.

Los mayores contrapuntos tienen lugar sobre las inversiones que requiere un servicio –la telefonía fija- que por sí solo viene perdiendo espacio frente a alternativas de comunicación: servicios móviles, VoIP, OTT, banda ancha.

Telefónica, al igual que Oi, defiende una reducción de sus obligaciones de cobertura, como forma de garantizar la sustentabilidad de los contratos, aunque no descartan discutir un nuevo modelo. Claro, en tanto, prefiere ajustar el modelo actual.

La caída de la utilización de la telefonía fija es un fenómeno mundial, no solo brasileño. En este sentido, Telefónica entiende que corre en desventaja frente a operadores autorizados que están exentos de obligaciones y con posibilidad de ofrecer servicios empaquetados, donde la telefonía fija es un accesorio. Otra queja del operador atiende al nivel de rentabilidad: la reducción real de las tarifas en los últimos ocho años fue del 27,5% mientras que los costos se mantuvieron estables.

Además de la reducción de las obligaciones –sin que sean cambiadas por otras- el operador español pretende cambios en el concepto de bienes reversibles, ya que entiende que impone restricciones al financiamiento. Una preocupación similar esbozó Oi. La reversión de activos es un instrumento jurídico que prevé que todos los activos de la red que se utilizan para prestar servicios en régimen de concesión deben ser devueltos al Estado tras la expiración de la concesión. El regulador Anatel estableció la reversión como forma de garantizar la continuidad del servicio, a pesar de los posibles efectos perjudiciales para la inversión. Brasil no es el único país latinoamericano que estableció la reversión de bienes, Colombia, por ejemplo también lo hizo en concesiones de servicios móviles.

Una de las propuestas de los operadores es que los recursos resultantes de una baja en las obligaciones –como la instalación de teléfonos públicos, por ejemplo- se destinen en trueque a la construcción de un backhaul de alta capacidad, con metas de cobertura. Sin embargo, esta postura también tiene contrapuntos.

Desde la Asociación Brasileña de Proveedores de Internet y Telecomunicaciones, Abrint, señalaron que una nueva red de backhaul debe ser gestionada por el operador estatal Telebras, la única manera que todos los operadores tengan acceso a la infraestructura sin discriminación. Para la organización sería natural que el dinero del Servicio Universal y los recursos gubernamentales se transfieran a la empresa estatal que vende capacidad mayorista. Caso contrario, los beneficiarios serían los grandes operadores privados.

Las obligaciones que deben cumplir los concesionarios de telefonía fija se encuentran en el Plan de Metas de Universalización (PMU). Anatel optó por el objetivo de llevar backhaul óptico a los municipios que carecen de esa infraestructura. De acuerdo con el regulador, la fibra óptica es escasa en el 53% de las ciudades brasileñas en promedio. En el norte y noreste no hay backhaul en el 73% de los municipios; en el sudeste no existe en el 40%; el 37% de los municipios del Sur carece de backhaul y el 42% en la región centro oeste del país.