Por primera vez se logra hacer crecer esperma humano en un laboratorio

Esta técnica ayudaría a pacientes con tratamiento de cáncer testicular.

Luego de 20 años de proyecto, investigadores franceses dicen haber podido generar esperma humano y de rata a partir de células testiculares llamadas espermatogonias (células madres de los espermatozoides). En el 2011, investigadores japoneses lo habían logrado con esperma de ratón, al igual que investigadores chinos en ese mismo año, pero el equipo francés en adjudicarse haber logrado hacerlo con espermatozoides humanos. “este fue el final del 20% de este proceso que venimos llevando a cabo hace tantos años,” dijo Philippe Durand de Kallistem, la compañía de Lyon que sigue el proyecto.

El año pasado Kallistem obtuvo la patente de la técnica, pero eso no logró convencer a los escépticos. Ahora, el trabajo con el esperma de rata y humano ha sido publicado por la revista científica Biology of Reproduction.  Kallistem dice que el objetivo es ayudar a los hombres que no pueden fabricar su propio esperma debido a la destrucción de sus espermatogonias secundario a tratamientos de cáncer testicular en la infancia. Para llevar adelante esta técnica, previo al tratamiento se tomarían biopsias conteniendo espermatogonias, las cuales serán congeladas hasta que el paciente decida tener sus propios hijos.

 

Para hacer la investigación Durand y sus colaboradores usaron tejido testicular de donante 8el paciente fue sometido previamente a una terapia hormonal para provocar un regreso del tejido testicular a un estado pre púber).

La clave, dice Durand, es un biorreactor en el cual se colocan ramilletes de túbulos seminíferos – las estructuras que contienen las espermatogonias – dentro de pequeños cilindros de un gel llamado chitosan. Este gel es poroso y permite la difusión de aire dentro y fuera de las células. “esta permeabilidad es importante ya que nos permite el pasaje de oxígeno y dióxido de carbono dentro y fuera de las células,” continúa, “también el gel mantiene las bacterias bajo control.”

Luego de sellar los extremos de los cilindros para evitar el derrame de las células, los investigadores sumergen los mismos en un recipiente que contiene una combinación precisa de nutrientes, vitaminas, hormonas y factores de crecimiento que difunde a través de las células que las lleva a la maduración, durando todo el proceso 72 días. Luego de los cuales el cilindro es removido, el chitosan disuelto y un esperma maduro es extraído de los túbulos.

Durand dice que este sistema funciona porque los túbulos permiten a las espermatogonias estar en constante contacto con otro tipo de células testiculares llamadas de Sertoli, que ayudan a nutrirlas y fomentan su maduración.

Aunque estos investigadores están un paso Adelante, no convence al resto de los investigadores. “Este estudio es muy alentador, pero las células producidas no están ni cerca de las células maduras o inmaduras, ni de ratas ni de humanos,” dice Jacob Hanna del Instituto Weizmann de Ciencia en Rehovot, Israel, quién es parte de otro equipo que trabaja en el crecimiento de espermatozoides humanos en un laboratorio.

Hanna dice que el estudio se basa en la comparación de las características del esperma crecido en el laboratorio con el esperma natural de un humano saludable, confirmando la actividad de ciertos genes ligados a varios estadios de la maduración espermática. Pero estas comparaciones no han sido suficientemente demostradas en este estudio. El piensa que debe hacerse la comparación del ADN y otros marcadores para demostrar la suficiente madurez espermática y una funcionalidad normal.

Hanna considera que para que “no haya reproches” a esta investigación, el equipo francés debería demostrar que ese esperma puede fertilizar un óvulo humano.

De una u otra forma, Kallistem está en tratativas con la ANSM, la entidad que autoriza los protocolos médicos en Francia, para llevar adelante estudios clínicos, una vez que consigan patrocinadores, calculamos que comenzaremos dentro de cuatro años aproximadamente, concluye Durand.