PSG lanza una criptomoneda exclusiva para sus hinchas

Está a la vista de todos y los directivos de los clubes lo saben mejor que nadie: los hinchas ya no viven concentrados en una misma ciudad o un mismo país. En días de redes sociales, profunda globalización y transmisiones de fútbol en directo, los fanáticos se desparraman por todo el mundo. El PSG de Francia, amo y señor del fútbol francés, leyó bien la realidad y se convirtió en el primer equipo que sacó una criptomoneda exclusiva para sus hinchas. En alianza con una plataforma llamada Socios, propiedad de los creadores de la criptomoneda $CHZ, lanzó Fan Tokens, un poder que habilita a los fanáticos a opinar y decidir sobre cuestiones políticas de la institución. Es una experiencia interesante de “gestión colectiva”. Para el club de capitales árabes, por su parte, es también un mecanismo novedoso para profundizar el engagement con su comunidad.

El anuncio se oficializó esta semana, y el propósito es que los fanáticos puedan adquirir Fan Token. Los Fan Token no son las tradicionales acciones que cotizan en bolsa, sino que son una forma de membresía y representación que, al mismo tiempo, habilita a quienes los tengan a decidir en determinados temas propuestos por el club. Cada equipo lanza una cantidad de Fan Token, que son exclusivos para sus propias instituciones: quien compre para el PSG, por ejemplo, solamente podrá intervenir en las decisiones del PSG. Cuantos más Fan Token adquiera un fanático, más posibilidades tendrá de inclinar la balanza en una votación, y más chances de adquirir los beneficios VIP que oferte la directiva. Los hinchas pueden comprar, intercambiar y ejecutar derechos de voto.

A su vez, los Fan Token le dan acceso a los fanáticos a una serie de beneficios exclusivos, regalos, y hasta experiencias en el club. Marc Armstrong, director de patrocinios del PSG, dice que “la tecnología revolucionará nuestros negocios generales y la forma en la cual nos vinculamos con nuestros fanáticos”. La dirigencia vio en Socios una gran oportunidad de expandir la marca en el mercado asiático, que está en constante crecimiento desde que el equipo incorporó a Neymar y se transformó en una de las nuevas potencias del fútbol europeo. De este modo, el PSG propone una nueva vía de generación de comunidad: los hinchas, ahora, tienen derechos concretos para expresarse en ciertas decisiones, mientras que las instituciones encontraron un nuevo canal para asegurarse un flujo de dinero.

En la continuidad de sus ideas disruptivas, PSG pasó a ser el primer club de fútbol vestido por Jordan, la “segunda marca” creada por Nike en 1984 y que siempre se movió dentro de la industria del básquet. Ya con peso propio, aún sin precisar de la figura de Michael Jordan para promoverla, Jordan inicia su camino en el fútbol con este vínculo.