Televisores LCD, para toda la familia
Pantallas de menor grosor, con menor consumo de energía y cada vez mejor calidad de color, ángulo de visión y contraste. Estos son solo algunos de los beneficios que se encuentran en los televisores LCD.
Las pantallas de cristal líquido o LCD (por sus siglas en inglés), pueden ser utilizadas tanto para televisores como para monitor de computadora.
Una de las características esenciales que tienen es que utiliza la pantalla panorámica, al igual que la mayoría de los televisores actuales. Este tipo de pantalla es más fácil de ver, en parte porque cuenta con una mayor resolución: cuando más resolución, mejor calidad de imagen.
Comprar una televisión LCD significa tener una TV de alta resolución, que reproduce los colores de manera excelente y puede mostrar miles de colores con gran precisión, que es multifuncional (presentan muchas características que favorecen la conectividad, incluyen entradas de video compuesto, hdmi y PC) y que, después de varios años de estar en el mercado, no representa valores muy elevados.
Esta tecnología ha madurado en los últimos años, dándole confianza al consumidor en el momento de elegir una TV, de manera que a las familias les emociona comprar un televisor LCD ya que saben que este sistema funcionará sin problemas por varios años.
En los últimos años, la tendencia que se puede observar es que al momento de adquirir una de estas unidades, se opta por la de más tamaño. Cuatro años atrás eran las de 32 pulgadas; hoy son los consumidores buscan TVs de 42, 46 o 52 pulgadas.
Por otra parte, este año el sector se vio beneficiado por el recambio generado por eventos deportivos como el Mundial de Fútbol. Por ejemplo en Colombia, según cifras de GFK, las ventas de televisores alcanzan los US$ 1.000 millones al año. Hasta el año pasado, el 39% de las TVs vendidas eran LCD.
Mientras que en Perú, las ventas subieron un 74% en unidades y 88% en facturación desde tres semanas antes del Mundial. Sólo en la semana de la inauguración colocaron 47 mil televisores; es decir, se vendieron 145% unidades más que en un año sin Mundial.
No caben dudas que la TV es en cierto punto, un producto básico y de alto consumo. Nadie necesita uno de estos aparatos para vivir, pero es difícil imaginarse la vida sin ellos.
