Wilobank apuesta fuerte a convertirse en el “banco de todos”

Wilobank el primer banco 100% digital de Argentina pertenece a la Corporación América, de Eduardo Eurnekian.

Luego de una operación “física” que no se pudo concretar, y después de un scrum con quien hoy es su presidente Guillermo Francos, ex titular del Banco Provincia, a comienzos de 2018 nació Wilobank —anteriormente Wanap— como el primer proyecto de banca digital del continente. A poco de nacer, a los dos meses, se jactaban de tener ya más de 15.000 clientes y cerraron el año con más de 21.000. Hoy cuentan con casi 35.000 y esperan terminar el año cerca de los 150.000.

Wilobank lanzó recientemente la tarjeta Mastercard Internacional que ya emitió en el primer mes 15,000 plásticos intentando así convertirse en la “tarjeta para todos.”

Esta tarjeta tiene como característica principal poseer un bajo límite y ser recargable, con lo cual personas sin historial crediticio pueden, a través de internet, ingresar al sistema financiero.

Según Guillermo Francos, presidente de la entidad, ” nuestro objetivo es lograr una mayor inclusión financiera , para lo que estamos creando nuevos productos que permitan incluir masivamente a los consumidores.”

Tienen en cartera un proyecto con el que apuestan a aumentar la cartera de clientes: una tarjeta de débito para menores de edad. Pero, para llegar a esto, tuvieron que sortear varias etapas que van desde la presentación de la documentación ante el BCRA hasta la implementación final y puesta en producción con la plataforma de iPlan.

Un banco digital cambia mucho los conceptos, no es un home banking. Es institucional cien por cien, no tiene infraestructura física, no tiene sucursales. Las sucursales son las computadoras de los clientes, sus celulares, sus tablets. “Aquí cada usuario es su propia sucursal”, destaca Damián Otaegui, gerente comercial del Wilobank.

IPlan tiene experiencia en tratar con bancos ya que varios de ellos son clientes. “Siempre hubo un recelo muy grande en el resguardo de la información —comienza Eduardo Miyares, director de la unidad de negocios de grandes empresas—, limitaciones en donde procesar los datos de un banco, las normativas obligaban a transaccionar todo en equipamientos propios, en la Argentina, no se podía tercerizar o usar la nube. El desafío más grande fue interpretar lo que el cliente necesitaba. Como banco digital toda la infraestructura es tecnológica, y debíamos elaborar nuestra mejor propuesta de diseño técnico, económico y financiero. Todos presentamos una infraestructura técnica tradicional: una nube privada, con data center primario y secundario, con conexiones a las entidades financieras, acceso al banco en internet securizado.”

La apuesta de riesgo vino por ambas partes. Si bien la mayor fue por parte de la Corporación América, US$ 22 millones, la de IPlan fue más baja pero igualmente significativa: US$ 1.000.000.

Por el lado de IPlan que, confiesa Miyares, todavía no estaba preparada para un banco digital, comenzaron a comprar equipamiento (servidores Dell, conectividad Cisco, seguridad Fortinet, etcétera) para armar una jaula exclusivamente para Wilobank. Y, mientras tanto, crearon un data center virtual (VDC – Virtual Data Center) para que la gente del banco pudiese comenzar la preproducción y el diseño de la infraestructura.

Precisamente la ausencia de sucursales fue lo que hizo que hubiera que generar una serie de desarrollos tecnológicos para que el usuario pueda operar sin presencia física: reconocimiento facial, firma digital, integración permanente con entidades que validan la identidad de las personas. Uno se baja una aplicación al celular y en pocos minutos el banco tiene que validar la identidad, los antecedentes, certificar si uno está apto o no para abrir una cuenta.

Todo se hizo sobre un diseño de nube privada; el data center primario está en Ringo, en Parque Patricios, y el secundario en Cevallos. El data center secundario, además de tener las réplicas y los backups, se usa para el desarrollo y preproducción de nuevos proyectos.

Según estadísticas del BCRA, durante el año pasado se duplicaron las operaciones bancarias digitales, marcando una creciente adopción de las plataformas digitales por parte de los usuarios.