Cassini llega a su fin

Lanzada el 15 de octubre de 1997, la misión necesitó siete años para alcanzar la órbita de Saturno. En su interior, Cassini llevaba la sonda europea Huygens. Tras completar su misión original de cuatro años, el gran tour de esta nave se amplió en dos ocasiones. Y al final han sido 13 años de exploración durante los que Cassini ha realizado  descubrimientos clave que han revolucionado el conocimiento sobre Saturno y también sobre la enorme tipología de mundos del sistema solar en los que podría también existir vida.

La misión Cassini-Huygens, una iniciativa conjunta de la NASA, la ESA y la Agencia espacial italiana, ha sido la primera en orbitar Saturno y explorar en detalle su entorno. Ha descubierto un océano global con indicios de actividad hidrotermal en Encélado; mares de metano y etano líquidos en Titán, con lluvias desde nubes de hidrocarburos. Ha escudriñado la atmósfera turbulenta con violentos huracanes de Saturno y sus anillos dinámicos, que se remodelan sin cesar.

Cassini  ha descubierto que Encélado, a pesar de su reducido tamaño, tiene una intensa actividad geológica cerca del polo sur y reservas de agua líquida, puesto que alberga un océano de agua líquida global, con sales y moléculas orgánicas simples, que emite vapor y gel de agua a través de géiseres en grietas que hay en su superficie. La existencia de este océano ha convertido a Encélado en uno de los lugares más prometedores del sistema solar para buscar vida.

Cassini también ha resuelto uno de los misterios que más hipótesis había generado durante años: por qué Encélado era el objeto más brillante del sistema solar y eso se debe a que es un cuerpo helado.

 Titán presenta evidencias de un océano bajo su superficie de hielo, seguramente compuesto por agua y amoníaco, y una atmósfera repleta de moléculas prebióticas. Vio que contenía de un completo sistema hidrográfico, con ríos, lagos y mares de metano y etano líquidos. Basándose en modelos, los científicos creen que Titán también podría contener fuentes hidrotermales en sus océanos que proporcionaran energía para la vida.

Titán presenta  un clima y una geología muy parecida a la de la Tierra que ayudan a entender nuestro propio planeta.

Cassini ha abierto una ventana al pasado  para ver los procesos físicos que probablemente formaron el desarrollo del sistema solar, así como los sistemas planetarios alrededor de otras estrellas.

Ha obtenido la mayor información hasta el día de hoy de Saturno, sobre la composición y temperatura de la atmósfera alta, de las tormentas y de las potentes emisiones en radio. Ha observado por primera vez rayos en las caras diurnas y nocturnas del planeta. Y sus anillos, un laboratorio natural para estudiar los procesos que forman los planetas, una especie de mini sistema solar.

La nave ha permitido ver el rango de partículas que componen los anillos –las hay minúsculas, como granos de arena y las hay tan grandes como una montaña-. También han podido identificar de qué está compuesto el anillo externo E, formado por partículas de agua congelada de la luna Encélado.

La estabilidad del sistema de anillos de Saturno se debe a las pequeñas lunas que viajan en los espacios vacíos, las llamadas ‘lunas pastoras’, que ya otearon las naves Voyager.

Para proteger a Titán de que pueda dañarlo Cassini, los científicos han optado por hacer que la nave se “suicide” contra Saturno, para evitar que pudiera caer en esta luna y la contaminara.