China está desarrollando rápidamente sus capacidades militares de inteligencia artificial

China puede quedar rezagada con respecto al ejército de EE. UU. en métricas, como la cantidad de portaaviones que tiene, pero puede aprovechar esta “gran oportunidad” e invertir en armas más nuevas y baratas que podrían hacer que las compañías se vuelvan obsoletas. Esa es una de las conclusiones de un nuevo informe sobre el ambicioso objetivo bien financiado de China de convertirse en un líder mundial en tecnología de inteligencia artificial.

De manera similar a como algunos países nunca desarrollaron una extensa infraestructura de líneas terrestres y, en cambio, saltaron directamente a la construcción de redes de telefonía móvil, China está aprovechando la oportunidad para desarrollar tecnología basada en la IA, incluidos submarinos autónomos que podrían enfrentar a grandes operadores estadounidenses. Al mismo tiempo, los Estados Unidos podrían terminar gastando “demasiado para mantener y actualizar sistemas maduros”, según un académico chino citado en el informe del Center for a New American Security (CNAS).

Los Estados Unidos, China y Rusia han destacado la importancia de las tecnologías militares basadas en la inteligencia artificial y están haciendo inversiones notables. China está invirtiendo decenas de miles de millones de dólares en el desarrollo de AI, según el informe de CNAS, y el gobierno lo ve como una estrategia clave para “proteger la seguridad nacional”. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el líder de AI “será el gobernante de El Mundo ”. Mientras tanto, el documento de estrategia de defensa principal de Estados Unidos, publicado en 2018, declaró que AI permitirá al país“ luchar y ganar las guerras del futuro ”. En otras palabras, la incipiente carrera armamentista de la IA está cerca de la política oficial en estos países.

Muchos funcionarios y académicos del gobierno chino reconocen los peligros de esta dinámica, según el informe CNAS. Un influyente grupo de expertos del gobierno argumentó, por ejemplo, que el gobierno debería “evitar las carreras de armamentos de inteligencia artificial entre los países”. Pero al mismo tiempo, China está vendiendo equipos avanzados, cada vez más autónomos y dependientes de la inteligencia artificial, a los países Medio Oriente y otros lugares.

China presentó sus ambiciosos planes de AI en 2017, cuando se comprometió a ingresar al “primer escalón internacional”. Ya logró ese objetivo en términos de la cantidad de patentes de AI, el número de documentos de investigación de AI y la cantidad de inversión de AI, según el informe CNAS. Comercialmente, China está liderando el paquete en áreas como drones, donde el fabricante de drones DJI tiene el 74 por ciento del mercado. Como es el caso en los Estados Unidos, las empresas privadas están creando tecnologías basadas en AI que tienen aplicaciones militares. China, sin embargo, no parece estar teniendo un momento tan difícil para desarrollar asociaciones con empresas privadas como el gobierno de los Estados Unidos ha tenido.

“El éxito del mercado comercial de China tiene una relevancia directa para la seguridad nacional de China, ya que reduce la capacidad del gobierno de los Estados Unidos para ejercer presión diplomática y económica sobre China y porque aumenta las capacidades tecnológicas disponibles para la comunidad militar y de inteligencia de China”, dijo el CNAS.

En contraste, el gobierno de los Estados Unidos ha tenido dificultades para igualar los salarios disponibles para el talento de AI en el sector privado y se enfrenta a una fuerza laboral de tecnología, por ejemplo, en Google, que se resiste a la idea de trabajar con el ejército. No obstante, el ejército de los EE. UU. Ha realizado grandes inversiones en programas de inteligencia artificial como el Proyecto Maven, que ya se ha utilizado para analizar secuencias de video de drones en zonas de combate. Y, por supuesto, el camino de China hacia el dominio de la IA no está libre de obstáculos. El informe del CNAS sugiere que las tensiones comerciales con los Estados Unidos pueden estar contribuyendo a una caída en el sector tecnológico de China.