China intensifica su campaña de “cero tolerancia” contra las criptomonedas

China sigue con su ofensiva contra las criptomonedas desde todos los frentes en los que pueda imponerse y la ciudad de Shenzhen es la más penalizada por tener alta concentración de mineros de criptodivisas.

El Banco Popular de China ordenó a casi una docena de empresas que operan en la ciudad de Shenzhen, rectificar sus actividades relacionadas con criptomonedas, en una nueva ofensiva de las autoridades chinas contra los activos digitales. Esta medida se suma a las últimas regulaciones contra las tecnológicas con el objetivo de prohibir la “competencia desleal” que provocaron un desplome en sus acciones.

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La filial en Shenzhen de la autoridad monetaria que oficia como banco central en el país asiático, inició un “proyecto de rectificación” hacia 11 firmas de la localidad acusadas de estar involucradas en actividades relacionadas con monedas virtuales, las cuales son ilegales en ese país, consignaron la agencia Bloomberg y el diario financiero estatal Shanghai Securities News.

Las empresas comprendidas dentro de la orden no fueron nombradas y no se sabe con certeza si las mismas fueron habilitadas para continuar operando en otras actividades, según el periódico South China Morning Post de Hong Kong.

La orden también incluyó a ocho casos relacionados con especulación ilegal de Forex y promoción de inversión foránea, incluyendo a una página web local financiera, que tampoco fue nombrada.

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Durante este año China comenzó una campaña de “cero tolerancia” contra las criptomonedas, aplicando frenos en los intercambios realizados con las mismas a través de los bancos y servicios financieros, además de prohibir las plataformas concebidas para dicho fin. En mayo, el Comité para la Estabilidad Financiera y el Desarrollo del Consejo de Estado de China, anunció una profundización en la campaña contra el intercambio de criptomonedas con el objeto de mitigar actividades con “altos riesgos financieros”.

Por otra parte, las autoridades también realizaron acciones contra los “mineros” de criptomonedas, que son quienes procesan las transacciones a través de un hardware especializado y reciben bitcoins a cambio de este servicio, y desmantelaron sus equipamientos.

En ese sentido, Shenzhen, uno de los centros de la actividad tecnológica de China, era una de las bases en el país para la actividad “minera”.

La red del bitcoin es descentralizada, lo cual significa que no existe una entidad central que apruebe las transacciones o genere nuevas monedas, sino que los mineros resuelven una serie de operaciones matemáticas complejas a través de computadoras diseñadas específicamente para validar las transacciones. Estas computadoras, necesarias para el minado, requieren de un uso importante de energía eléctrica para su procesamiento y refrigeración.

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Se estima que China, hasta las medidas realizadas durante este año, representaba el 65% de la producción mundial de BTC, de acuerdo con datos de la Universidad de Cambridge. La ofensiva de China contribuyó, en gran parte, al derrumbe en el precio de las criptomonedas durante este año: el bitcoin (BTC) pasó de valer alrededor de US$ 63.000 el 12 de abril, a valores cercanos a los US$ 30.000 a mitades de julio.

Desde entonces, la capitalización se recuperó y actualmente la moneda opera alrededor de los US$45.000, de acuerdo con Coinmarketbase.