Cinco lecciones de la banca digital en Europa para Latinoamérica

Es normalmente odioso comparar dos mundos tan distintos, pero la realidad es que la banca europea digital le lleva bastante ventaja a la latinoamericana, que todavía se encuentra en desarrollo y que está aún lejos de ofrecer servicios masivos que atraviesen fronteras. 

Claramente, la Unión Europea ofrece un marco legal y financiero que en Latinoamérica nunca se logró dentro del Mercosur, pero aún así la innovación de uno y otro lado del atlántico ha sido muy dispar.

Ver más: Cinco lecciones del COVID-19 que transformarán la banca

A continuación hablaremos sobre las cinco lecciones de la banca digital en Europa que nos gustaría ver no muy lejos en el futuro en Latinoamérica. 

Banca digital multinacional y con múltiples divisas

Lo más relevante de la banca digital europea es su carácter transnacional y la simplicidad que existe al momento de realizar transacciones. Claro está, en Europa la mayoría de los países comparten la misma moneda: el euro; algo que en Latinoamérica no sucede. Sin embargo, incluso a otros países fuera de la Unión Europea, resulta fácil hacer transacciones sin recurrir a grandes comisiones, ni formularios ni burocracia de ningún tipo. 

Apps eficientes

Los grandes bancos que operan en Latinoamérica aún no se las apañan para ofrecer un buen sistema de banca online desde una computadora, pero tampoco han innovado mucho en cuanto aplicaciones móviles. 

Los bancos argentinos y chilenos lideran en este aspecto, pero los colombianos y peruanos aún están lejos de ofrecer una plataforma capaz de realizar transacciones en el acto y sin demoras. 

Ver más: ¿Por qué el futuro del sector financiero está en la banca conversacional?

La seguridad es el principal impedimento para ello, pero también el hecho de que en Latinoamérica el acceso a Internet no es tan generalizado como sí lo es en otros países del mundo. 

Culturalmente hablando existe todavía una alta tendencia a desconfiar de las transacciones electrónicas, algo que poco a poco está cambiando desde el 2020 por la situación que ya todos conocemos y, consecuentemente, por la necesidad de resolver todo desde casa. 

Acceso básico gratuito

La mayoría de los bancos digitales y las tarjetas prepagas son gratis en Europa. Compañías como Revolut, N26, Monzo y Monese no tienen costo alguno, a menos de que el usuario quiera mejorar su plan para adquirir servicios exclusivos como seguros de viaje, mayor capacidad de hacer transacciones o acceder incluso a la bolsa de valores. 

La mayoría de los usuarios encuentran en los bancos tradicionales una barrera en cuanto a costo de manejo, ni hablar del poco acceso que existe a servicios financieros más sofisticados. Los bancos digitales vinieron a cambiar ésto. 

Menos burocracia, más simpleza de uso

Los bancos digitales con mayor éxito ofrecen algo que las nuevas generaciones valoran mucho: la ausencia de burocracia y papeleo. Por ejemplo, si has perdido una tarjeta de tu banco digital, puedes congelarla de inmediato desde la app y ordenar una nueva; sin necesidad de hacer una denuncia policial o presentar acreditación de ningún tipo.

Ver más: La fintech Revolut alcanzó los 600,000 clientes en España

Otro ejemplo es la facilidad con la que puedes hacer transacciones digitales en portales web que necesitan cierta verificaciones, como lo son los casinos con PayPal que, a través de la famosa plataforma de pagos digitales de origen americano, han facilitado las transacciones en delicados portales como lo son los casinos, reduciéndola a tan sólo unos clicks. 

Algunos casinos ofrecen depósitos mínimos de 5 euros o menos, algo que no necesariamente resulta rentable o incluso posible para el usuario, si lo hace desde una tarjeta de crédito convencional. Los bancos digitales brindan la flexibilidad de poder elegir cuánto gastar en transacciones digitales, incluso si se trata de cantidades pequeñas sin incurrir en gastos adicionales y/o comisiones. 

Chat online y atención al cliente totalmente digital

Nadie quiere ir al banco en estos días y, lastimosamente, es algo que todavía tenemos que hacer en ciertos casos cuando queremos acceder a nuestro banco en Latinoamérica. 

La atención al cliente de manera digital está muy por debajo de los estándares de satisfacción y la resolución de los problemas a través de herramientas como el chat online es muy bajo. 

En el caso de los usuarios de los bancos digitales como el ya mencionado Revolut y Monese, la verificación de identidad, dirección u otros requerimientos por parte del banco, se pueden solucionar con una videollamada, una foto enviada a través del chat online, sin siquiera tener que levantarse del asiento. 

El futuro de la banca digital en Latinoamérica

Lo cierto es que hay mucho lugar para la innovación y aprender las lecciones de lo que hacen bien en países como España, Alemania o Francia es fundamental para poder ofrecer un servicio totalmente autóctono, made in Latinoamérica, pero con la misma calidad que encontramos del otro lado del Atlántico. 

La tecnología está de nuestro lado y también lo está el contexto social en el que nos encontramos. Los millenials son actualmente una generación que está en el climax de su poder adquisitivo -algunos entrando a los 30 años donde el poder adquisitivo suele incrementarse en comparación a edad previas – y son el futuro de la banca digital, de hecho, son su principal clientela y el futuro de la misma. Entonces, ¿Por qué no empezar ahora?