Datos personales: se avecina una guerra entre Big Brothers

Telefónica anunció que trabaja en una plataforma que permitirá decidir a los usuarios qué tipo de información quiere compartir y con qué empresa. Denominada la cuarta plataforma de la empresa (las otras son redes, sistemas y servicios), verá la luz el año próximo.

El anuncio fue realizado este lunes por el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, durante el 30° Encuentro de Telecomunicaciones organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la patronal Ametic, en España. El ejecutivo explicó brevemente en qué consistiría la plataforma: los clientes de la compañía podrán conocer toda la información que manejan sobre ellos las redes sociales y las compañías de Internet como Facebook, Twitter o Google, bloquear esa información o cobrar por esos datos. Telefónica aún trabaja en la interfaz de su nuevo producto.

La cuarta plataforma recolectará toda la información que ahora está dispersa de los clientes, para devolverles esos datos y que negocien directamente con los jugadores de Internet a través de Telefónica.

La jugada se inscribe en la guerra que desde hace años los operadores de telecomunicaciones llevan adelante contra las empresas de Internet, que basan sus productos y servicios sobre las redes de los operadores sin invertir en esa infraestructura. Varios de los servicios de los Internet players canibalizan ingresos que tiempo atrás eran propiedad de las telcos, como WhatsApp –propiedad de Facebook– y los SMS. A su vez, los telcos se ven obligados a respetar determinadas regulaciones que los Internet players no tienen por qué acatar. En este sentido, la estrategia regulatoria emprendida por los operadores “mismos servicios, mismas reglas” no está dando resultados.

Ahora, Telefónica apuesta a desvelar la “gratuidad” de los servicios de los jugadores de Internet con el conocido argumento: cuando algo es gratis en Internet, el usuario es el producto. Google, Facebook y Twitter, entre otras innumerables compañías, utilizan los datos que los usuarios le proporcionan –y otros que no– para ajustar las ventas de publicidad de acuerdo con los hábitos y consumos que detectan por medio de algoritmos. Esta táctica puede entenderse de la siguiente manera: como no puedo cobrar por el uso de infraestructura de redes, al menos que mis usuarios cobren por el uso de sus datos personales. El objetivo no es financiero, sino que consiste en “desenmascarar” a las empresas de Internet. Debilitarlas de alguna manera. Una meta difícil de lograr bajo un pensamiento mayoritario de los consumidores: los que cobran son malos y los que no, buenos (esbozado básico y linealmente).

La gran mayoría de los usuarios no presta atención a los permisos que requieren, por ejemplo, las aplicaciones que descargan en sus smartphones. Aceptan todo, con tal de utilizar la app. Y así contribuyen a la delineación de su perfil de consumidor online. De distinta manera, Telefónica y todos los prestadores de servicios de telecomunicaciones también cuentan con información y conductas de sus clientes y usuarios. En la reunión mencionada, que culmina mañana, Álvarez-Pallete reconoció que “Telefónica tiene más información sobre sus usuarios que cualquier empresa de Internet. Ellos utilizan algoritmos pero nosotros tenemos datos de consumo real, de lo que compran, de lo que gastan, de sus preferencias…”, según publicó el diario El País. En definitiva, el usuario online está desnudo en una guerra de Big Brothers.