El Galaxy S8 podría tener pantalla 4k, 6 GB de RAM y miniproyector incorporado

Falta todavía ver los teléfonos que Google diseñó junto a HTC bajo la marca Pixel, que marcarían la plataforma de referencia para Android Nougat. Pero los fanáticos también quieren saber qué traerá el Samsung Galaxy S8, la nueva entrega del tope de gama de la firma surcoreana.

Afortunadamente para ellos, acaban de filtrarse algunos detalles de lo que podría ser el próximo integrante de la familia Galaxy S. Para empezar, la pantalla sería de 5,2 pulgadas con resolución 4K de 2160×4096, una resolución aún mayor que los 1440 x 2560 del Galaxy S7.

En su interior, el equipo podría contar con un procesador de ocho núcleos a 3.2 GHz (probablemente, el Qualcomm Snapdragon 830) y 6 GB de memoria RAM. A simple vista, el equipo sería uno de los más potentes del mercado y estaría alineado con las nuevas tendencias móviles, como la realidad virtual, motorizada por la plataforma DayDream anunciada por Google este año.

Las cámaras también seríal de alto nivel. Las versiones aseguran que la principal sería de 30 megapíxeles, quebrando algún récord entre los terminales actuales; mientras que la frontal contaría con un sensor de 9 MP, también uno de los más potentes del mercado. Además, hay que mencionar el gran trabajo que ha logrado Samsung en sensores fotográficos, por lo que este apartado será uno de los más esperados por los fanáticos.

Con respecto a la batería, se apunta que contará con una de 4.200 mAh que, si bien hay equipos que llegan a los 5.000, es un gran avance para los tope de gama de las firmas “tradicionales”. Además contará con algunos extras, como lectores biométricos de retina y huellas dactilares, carga rápida e inalámbrica, y almacenamiento interno de 64 o 128 GB, expandibles mediante tarjetas microSD.

Una curiosidad que marca el reporte es la integración de un mini-proyector, que podría ser de gran utilidad especialmente para los usuarios corporativos, quienes podrán mostrar los contenidos cargados en el smartphone improvisando una pared como pantalla.

El teléfono podría llegar en abril, aunque se espera que se muestre durante el Mobile World Congress, a finales de febrero, como ocurrió con los Galaxy S6 y S7. El precio base estaría en los 850 dólares, 100 dólares más en los que se lanzó el S7 en los Estados Unidos.