El móvil como método de pago: ¿Estamos preparados?

El negocio de los pagos móviles está en plena expansión por todo el mundo. España, uno de los países con mayor consumo y crecimiento de este tipo de dispositivos en Europa, por delante de Reino Unido o Alemania, hace ya unos años que empezó su andadura en esta opción de compra.

Según el Barómetro de Pagos Emergentes elaborado por Mastercard, casi el 22% de los españoles realiza pagos a través del teléfono móvil frente al 6,2% que lo utiliza como medio de pago en las tiendas gracias a los Terminales de Punto de Venta (TPV) contactless, en los que sólo hace falta deslizar el teléfono ante el terminal.

En España ya hay 600.000 establecimientos que adoptan esta metodología y según otro estudio de Javelin Strategy and Research se prevé que en 2019 el 5% de los pagos en tienda se realicen desde un terminal móvil. Pero, ¿están preparados, tanto usuarios como establecimientos, para adoptar esta nueva conducta de compra? ¿Acabará desbancando el comercio móvil al tradicional?

Carles Garrigues, director del máster universitario en Desarrollo de aplicaciones para dispositivos móviles de la UOC, sostiene: “El comercio móvil está creciendo exponencialmente por la comodidad y rapidez que aporta a los usuarios. Sin embargo, ello no significa que en un futuro vaya a remplazar por completo al eCommerce a través de otro tipo de dispositivos”.

Límites del pago a través del móvil en tiendas físicas

La paulatina implantación de estas tecnologías en los comercios, así como la diversidad en los distintos tipos de servicios, vinculados tanto a entidades bancarias como a operadores de telefonía, son uno de los principales frenos en la total implantación de esta metodología. Además, las características propias de los dispositivos móviles (como la duración de la batería) dificultan aún más su plena introducción en nuestro día a día.

Sin embargo, Garrigues destaca que la transformación digital de los consumidores es clave para afrontar esta nueva realidad. “Todo cambio tecnológico depende de la actitud que tomemos frente a él, y a pesar de que nuestros hábitos de compra están cambiando, no lo hacen al mismo ritmo que los comercios que nos permiten el pago contactless”.

5 pasos para efectuar compras desde el móvil de manera cómoda y segura:

  • Antes que nada, debemos asegurarnos de dos requisitos previos. Primero, nuestro terminal debe disponer de capacidad de comunicación de datos NFC. La mayoría de teléfonos nuevos ya incorporan esta tecnología, incluso muchos de gama baja. Y, en segundo lugar, nuestra tarjeta SIM debe ser compatible con la tecnología NFC, ya que algunos servicios así lo requieren. En su defecto, podemos pedir una tarjeta SIM NFC a nuestro operador de telefonía.
  • Resueltos estos requisitos técnicos, el siguiente paso consiste en descargar la aplicación móvil vinculada a nuestro servicio de pago a través del dispositivo móvil (La Caixa Contactless Mobile, Vodafone Wallet, Bankia Wallet, BBVA Wallet, etc.).
  • Por su lado, el comercio debe contar con un terminal TPV con contactless preparado para permitir pagos NFC. Es importante antes de efectuar cualquier compra comprobar que el establecimiento indique con una señal que acepta este tipo de pagos.
  • Para realizar el proceso de compra correctamente, tan sólo debemos aproximar el móvil al terminal de punto de venta y teclear el número secreto, tal y como hacemos con una tarjeta de crédito.
  • Compra segura. ¿Y si nos roban o perdemos el móvil? Los expertos recalcan que las transacciones realizadas desde el móvil son igual de seguras que las efectuadas con tarjeta, puesto que se requiere de un PIN secreto. En caso de robo o pérdida, el terminal se bloquea como sus cuentas si se notifica.

Según un informe realizado por la empresa de pagos PayPal y la consultora IPSOS, el m-commerce sigue creciendo de forma imparable en los últimos años. Tanto es así que a nivel mundial el comercio móvil está creciendo casi tres veces más que el electrónico, y en España la cifra es aún mayor. Para 2015 se preveía un crecimiento del 48%, casi cuatro veces más que el comercio online, cuya previsión se calculaba en un 13% para el mismo período.