El rol de la tecnología para mejorar la seguridad

Las ciudades son el epicentro para la actividad de los delincuentes y a medida que crece la población, también aumenta el riesgo al que deben enfrentarse las fuerzas de seguridad. Las mega ciudades de más de 10 millones de habitantes cada vez son más; sólo 28 de ellas albergan a 453 millones de personas.

A la par, la delincuencia evoluciona incorporando herramientas y procesos cada vez más complejos y el rol de los organismos de seguridad cambia para adaptarse a las nuevas necesidades sociales. Este incremento de la población en las ciudades genera la necesidad de manejar grandes volúmenes de datos.

En este contexto, es necesario repensar el rol de la tecnología al servicio del policía. Por otro lado, en los últimos años, las comunicaciones y la tecnología para la seguridad han tenido grandes avances, no sólo en el ámbito de la coordinación de operativos, sino también en cuanto a los dispositivos para transmitir información. La importancia que tiene la permanente comunicación de voz en situaciones críticas es indiscutible.

Pero más allá de la cantidad de equipos, si se considera la creciente complejidad del accionar delictivo y en cómo se verá el funcionario policial en unos años más, es preciso darle una especial relevancia al tema del manejo de datos, imágenes, fotos y los vídeos como fuente de información para tomar decisiones efectivas.

Una de las tendencias más sólidas y el salto más grande en el mundo de las emergencias y seguridad pública es “La Seguridad Pública Inteligente”: incorporación de datos de alta velocidad junto con la movilidad. Esto potencia la información disponible, y permite algo muy poderoso: que las fuerzas de seguridad pública puedan prevenir o anticiparse a un hecho delictivo. Por ejemplo, en un clásico de fútbol, al monitorear en tiempo real con videocámaras los alrededores del estadio, se puede detectar si un grupo de barristas se está juntando o cuán encendidos están los ánimos.

Si bien las herramientas de comunicación asociadas comúnmente a las fuerzas de seguridad son los radios, la tecnología LTE permite incorporar por primera vez dispositivos inteligentes y robustos con acceso a datos e imágenes de alta definición y en tiempo real.

Nuevos elementos que le permitirán al policía estar conectado:

Radio de dos vías: No sólo se caracterizará por su resistencia a los golpes, al “cuerpo a tierra” y por su confiabilidad en las transmisiones, sino también seguirá evolucionando hacia dispositivos con pantallas más amplias para poder recibir imágenes y vídeos en cualquier punto de la ciudad

Cinturón inteligente o “Smartbell”: Notificará automáticamente la ubicación de un efectivo que haya desenfundado su arma durante un operativo o vigilancia de rutina.

Gagas inteligentes: Equipadas con cámaras pequeñas que le permitan al oficial tomar una foto rápida y transmitir las imágenes a la central de emergencias. También posibilita recibir instrucciones vía mensajes de texto (en las lunas del lente) sin necesidad de apartar la vista de la escena o sospechoso.

Drones: Durante un desastre natural, por ejemplo, se pueden utilizar los drones para llegar primero a la zona de la emergencia, hacer una inspección desde el aire y tener información de primera mano de la real situación antes de ingresar. Hay drones que vienen con una “correa de microfilamentos”, que le permite ser alimentado a través de un generador u otra fuente de energía en la planta, permitiéndole permanecer en el aire indefinidamente.