“El valor real del IoT está en la capacidad de agregar diferentes tipos de datos”

Joe Barkaianalista y autor de The Outcome Economy: How the Industrial Internet of Things Is Transforming Everything, añade que sea cual sea la evolución de la tecnología, debemos ser optimistas. También lo explicó en el IOTSWC19. Ahora que nuestras vidas parecen estar cada vez más controladas por algoritmos, hay que prestar atención a lo que Barkai predice.

El Internet de las Cosas (IoT) está revolucionando la forma en la que el mundo hace negocios. ¿Cómo pueden las empresas aprovechar esta tecnología para ser más eficientes y productivas?
El IoT ofrece a las empresas una mayor visibilidad de las operaciones, de la calidad e incluso de las personas. Creo que muchos observadores todavía piensan que el valor del IoT todavía está en la conectividad. En mi opinión, el valor del IoT no está ahí.

Además, creo que la conectividad se convertirá en una commodity, un producto básico, porque va a ser cada vez más fácil conectar dispositivos. Por lo tanto, el valor está en el otro lado de la conversación, que es la capacidad de agregar diferentes tipos de datos y tomar mejores decisiones. No se trata de obtener más datos, sino de obtener datos de diferentes fuentes y de juntarlos para crear un contexto nuevo y más rico que pueda combinar información de la cadena de montaje, de los trabajadores, del historial de operaciones o incluso de la previsión meteorológica, si fuera necesario, para obtener un valor real.

La fabricación se basa en eso, en agregar, analizar y tomar decisiones. No se trata de conectividad. Mientras la industria siga obsesionada con la conectividad y la cantidad de dispositivos conectados, no veremos el valor de lo que tenemos delante. A veces la pregunta que surge es: ¿esto es realmente IoT o sólo monitorización remota?

¿Y cuál es la diferencia?
La diferencia está en tener una plataforma común que se pueda escalar, de manera que pueda conectar diferentes dispositivos usando el mismo mecanismo y construir algo nuevo a partir de ahí. Pero éste aún no es el caso. Todos hablamos de las plataformas IoT como una pieza de software, pero son mucho más que eso …

Por lo tanto ¿qué son?
Una plataforma es un lugar virtual para que diferentes participantes actúen juntos puesto que el valor del IoT se expresa a menudo a través de múltiples partes interesadas en conectar diferentes actores para ofrecer más valor. Se entiende mejor con un ejemplo como el del transporte. El IoT puede sincronizar diferentes procesos para que tu autobús no llegue cinco minutos después de que tu tren se haya ido. Por lo tanto, el papel de la plataforma es coordinar a todos los actores del proceso a la vez que protege sus datos. Así pues, va mucho más allá que la simple conexión de sensores.

Sin embargo, para algunas empresas, no es tan sencillo. Las PYME, incluso, pueden ver el cambio como un obstáculo…
Tienes razón. Para aprovechar al máximo el IoT, hay que cambiar la empresa. Para actuar sobre los datos, hay que modificar la organización. ¿Pero qué valor tiene hacer este cambio? ¿Me da ventajas competitivas? Es pronto todavía para sacar conclusiones…

Pero ¿podemos ser optimistas sobre el uso de datos, algoritmos, IA y todo lo que conlleva?
Efectivamente, podemos ser optimistas respecto a la oportunidad que nos brinda tener más datos. La posibilidad de combinar datos de diferentes fuentes y obtener información que no estaba disponible antes está cambiando la industria. Ya estamos hablando de ello en el sector manufacturero y en el ámbito de la salud personal. Así que no sólo podemos, sino que debemos ser optimistas. Sólo necesitamos estar al tanto de los problemas relacionados con la privacidad.

¿Por qué? ¿Pueden afectar la adopción de innovaciones?
Bueno, necesitaremos bastante tiempo para que algunas innovaciones tengan un impacto significativo. Esto no significa que no debamos invertir, pero debemos ser conscientes de ello para no tener decepciones, y no rechazar la tecnología porque no vemos su impacto más inmediato.

Los coches autónomos son un buen ejemplo. En Estados Unidos, los automóviles tienen una vida útil de unos 12 años. En general, los consumidores no tienen una razón para reemplazarlos antes. Los baby boomers tampoco la tienen para comprarlos. Así pues, llevará entre 10 y 20 años lograr que el 50% de los autos nuevos salgan a la carretera. Eso no quiere decir que tengamos que ser pesimistas. Sólo que tardaremos más en llegar a ese punto. Una posible respuesta a esta situación es: busquemos diferentes modelos de negocio. Para los coches autónomos, el valor comercial está en los camiones. Realmente, yo quiero ver más camiones autónomos en la carretera porque ahorran energía y son más eficientes.

¿Estamos preparados para todos estos cambios?
Probablemente no … Por un lado, estamos mucho más abiertos que antes a la adopción de tecnología. Estamos dispuestos a intentarlo. Confiamos en las empresas y en los productos. Y por el camino, estamos incluso dispuestos a renunciar a parte de nuestra privacidad. Pero quizás haya algunas preguntas más importantes que nunca hemos formulado antes. Una vez más, los coches autónomos nos sirven de ejemplo: ¿qué sucede si un vehículo autónomo mata a alguien? ¿Quién es el responsable? No es una pregunta sencilla, porque si programamos el automóvil para un determinado comportamiento, entonces la acción es premeditada. Así pues, premeditamos un acto que puede causar daños. ¿Estamos listos para perdonar al software? Puede que la sociedad en general no esté todavía preparada para esto.

¿Entonces?
Bueno, la conclusión es que tenemos que mantener a las personas involucradas en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. No podemos dejar que los sistemas aprendan y actúen por sí mismos. También tenemos que alentar la conversación sobre todo esto.