La crisis china, ¿puede ser una oportunidad beneficiosa para México?

Las repercusiones mundiales del enlentecimiento económico que causó el coronavirus, están lejos de ser una crisis mundial, advierten analistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), esta situación oculta un beneficio que México podría aprovechar.

“No estamos en una crisis planetaria, sino ante la recesión económica de algunos lugares del planeta que puede significar un beneficio para otros”, explicó el investigador Eduardo Tzili Apango, integrante del Grupo de Estudios sobre Eurasia (GESE).

“El detalle es si existe un protocolo de Gobierno para aprovechar este tipo de oportunidades y encausarlas”, agregó.

¿Tiene México la capacidad de sacar provecho de esta crisis?

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gómez, afirmó en una conferencia brindada este martes, 10 de marzo, en Palacio Nacional, sede del Gobierno Federal mexicano, que “se está tratando de tener la economía blindada”, frente a escenarios internacionales difíciles.

Estos anuncios se dieron después del apodado “lunes negro” en que el peso mexicano se depreció un 5,2% con respecto al dólar; así como el precio del barril de petróleo mexicano cayó un 31%.

“No es posible hablar ahora de crisis global porque si bien se están presentando dificultades que coinciden y se alimentan una a la otra, la caída del petróleo y el coronavirus como las más sobresalientes, no podemos hablar de una crisis en la economía hasta que estos efectos sean prolongados”, explicó Tzili Apango.

Para el investigador, no existe un plan claro en México para aprovechar este contexto: “Hay oportunidades que puede ofrecer la coyuntura pero lo que no hay son planes o protocolos de política pública y comercial para aprovecharla. Recordando la historia de México, es similar a la crisis del petróleo de 1973, que no fue bien aprovechada por México”, explicó el investigador.

En su análisis, “la política exterior mexicana está muy influenciada por Estados Unidos y al Gobierno actual no le interesa mucho el tema, por eso afirmo que no hay una política clara para aprovechar la coyuntura”, explicó.Para Dora Gonzalez, profesora de Relaciones internacionales en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM e integrante también del GESE, la perspectiva es la contraria.

“México puede funcionar como un equilibrio, porque tiene interacción comercial con ambas regiones. Ahora, es evidente que hay una cadena de valor de materias primas ausentes de China por el coronavirus, que México podría asumir y reconfigurarse, para sustituir esa ausencia con lo que ya existe en el país”, comentó.

Sin embargo, mientras el 85% del comercio exterior mexicano se hace con Estados Unidos, apenas un 6% se realiza con China, su segundo socio comercial en importancia.

“Gran parte del déficit comercial mexicano es con China, que se equilibra con el superávit que deja el comercio con EEUU”, explicó Apango.

“Hay un campo inexplotado en la industria del procesamiento de dato, pero México solo se ha limitado a vender, sin explorar otro tipo de maneras, como joint ventures, (empresas conjuntas) para abrirse paso en industrias de alta tecnología o valor agregado”, expuso el académico durante la entrevista.

“Hay más interés de China en México que viceversa. Desde el año 2007, China ha buscado firmar un tratado de libre comercio con México, sin éxito.

México está sobreconcentrado en el mercado norteamericano y aunque recientemente ha habido muchos acercamientos, somos los mexicanos los que no hemos querido profundizar la relación comercial con China”, sentenció