La lucha contra el fraude en el día a día

En las últimas semanas, nuestras vidas han experimentado una disrupción importante. Estamos cuidando la salud de nuestros seres queridos y aprendiendo a enseñar a nuestros hijos en casa, todo mientras continuamos trabajando. Además, no contamos con escapes sociales y estamos pasando por cambios económicos drásticos, la realidad es que enfrentaremos muchos obstáculos en nuestra vida diaria por varios meses.

Por lo tanto y pensando exclusivamente en su seguridad y salud, es de suma importancia mantenerse atento al fraude.

Los delincuentes se están aprovechando del pánico para ganar dinero fácil. Los ataques de phishing han aumentado: los defraudadores se hacen pasar por organizaciones legítimas como la Organización Mundial de la Salud para hacernos pulsar en enlaces o abrir archivos que instalarán malware y robarán nuestra información.

La ingeniería social y los intentos por hacernos revelar nuestra información personal para realizar fraude financiero están aumentando e incluso contienen engaños creativos como planes de devolución de impuestos relacionados con el COVID-19.

En FICO, continuamos esforzándonos diariamente por proteger a las personas contra el fraude. Por esta razón compartimos algunas pautas para prevenir que los delincuentes se aprovechen del pánico. Quizá algunos de los siguientes consejos suenen familiares, pero no está de más recordarlos y así compartirlos con parientes, amigos y en particular con adultos mayores, quienes pueden ser más vulnerables debido a la brecha tecnológica.

  • No pulse en enlaces ni abra archivos adjuntos de gente que no conozca. Si una compañía le envía un correo para informarle sobre su respuesta ante el coronavirus, busque su nombre en Google y visite su sitio web, donde la información seguramente estará publicada.
  • Hable con sus seres queridos para decirles que se encuentra bien y explicarles la forma en que los contactará en caso de necesitar ayuda. Los abuelos y otros parientes pueden caer en la estafa de enviar dinero y agotar todos sus ahorros —no lo permita—.
  • Considere que los defraudadores pueden ir de casa en casa bajo el engaño de desinfectar el domicilio para entrar a los hogares. Verifique su legitimidad en estos tiempos de distanciamiento social.
  • Esté atento a los engaños relacionados con la pandemia como la compra de mascarillas o sitios falsos de recaudación de fondos que fingen recolectar dinero para personas que se han quedado sin trabajo.
  • Si compra productos en línea, verifique la legitimidad del vendedor. Si tiene dudas, busque en Google el nombre del vendedor + la palabra “estafa”. Si se trata de una llamada telefónica, busque en Google el número + las palabras “quién llamó”.
  • Piense en la manera que pagará los pedidos y utilice métodos confiables, como tarjetas de crédito o PayPal, que generalmente ofrecen mayor protección. Sea cauteloso al realizar pagos a través de transferencias electrónicas o transferencias bancarias. Si es víctima de un fraude, será difícil o imposible recuperar su dinero.
  • Cuando intente comunicarse con una compañía o con su banco, utilice sólo la información de contacto que provenga de una fuente confiable. Por ejemplo, si recibe un correo electrónico que parece ser de su banco, no utilice el número telefónico que se incluye en el correo, sino el que se encuentra en el sitio web del banco o en su tarjeta bancaria.

Los defraudadores buscan generar un falso sentido de urgencia, y la situación actual nos hace más vulnerables. Sea precavido con las ofertas que lo presionan excesivamente a responder.