Los datos son la nueva moneda

Por Julio César Castrejón, Country Manager para México de Pure Storage

Es posible que hayas escuchado que “los datos son la nueva moneda”, refiriéndose a su papel dominante en la economía actual. ¿Qué es lo que les da tanta importancia a los datos? Al igual que la moneda, el valor de los datos no proviene de su existencia o acumulación, sino de la oportunidad que representan.

Las organizaciones centradas en los datos tienen el poder de alterar las formas tradicionales de trabajo y crear nuevas economías. La industria de los viajes y la hospitalidad, por ejemplo, sufrió una disrupción casi de la noche a la mañana por el alquiler de persona a persona.

La conectividad ha dado poder a las empresas nacidas en la era moderna, ya que los datos emergen como uno de los activos más importantes. Esta conexión y la avalancha de datos distinguirán a los ganadores de los perdedores, y la capacidad de dar sentido a la información será el factor decisivo. Sin embargo, los datos por sí solos son irrelevantes, el valor de los datos son los resultados que pueden ofrecer, la inteligencia generada a través de la correlación, el análisis y la combinación en tiempo real de diferentes conjuntos de datos. Es decir, los datos se vuelven más valiosos cuanto más se procesan y se utilizan. Se revalorizan cuanto más se comparten, y devuelven más valor cuando se comparten de la manera correcta, en el lugar correcto. Al igual que la moneda, el valor potencial de los datos sigue sin ser explotado por las organizaciones que no toman medidas para invertirlo.

Los principales desafíos para aprovechar ese valor potencial se encuentran en los silos de datos, nubes y organizaciones.

Los datos a menudo se distribuyen en toda la empresa en silos discretos para satisfacer las necesidades de aplicaciones específicas. Sin embargo, esto inhibe los flujos de trabajo modernos basados en análisis que exigen que los datos estén disponibles y se entreguen rápidamente como un todo consistente, no fracturados en silos de datos. Además, los datos fríos, recopilados a medida que mejoraban los aspectos económicos del almacenamiento, tenían su potencial congelado en el momento en que se capturaban y se olvidaban, sin integrarse a los objetivos de tu negocio.

Por otro lado las nubes aisladas han ganado su lugar en el área de TI empresarial, pero ese lugar hasta ahora ha sido separado y distinto. Lo que se aísla no se comparte, no se invierte y por lo tanto no tiene gran valor. Esos silos de datos limitan el valor de la información de las empresas, afectando la experiencia de los usuarios.

Los silos organizacionales, heredados de la separación tradicional de los constructores de TI y los operadores de tecnología, impiden la agilidad de las operaciones de desarrollo donde los constructores son los operadores y el servicio es su objetivo.

Vivimos en un mundo en el que la inteligencia, los algoritmos y los comportamientos de los usuarios han colocado los datos en el centro de la creación de valor para empresas, investigaciones, comunidades e individuos. Experimentamos el mundo centrado en los datos como una forma más simple y rápida de hacer las cosas, impulsado por conjuntos de datos grandes y rápidos que han cambiado de manera fundamental la forma en que vivimos nuestras vidas y hacemos negocios.

¿Qué significa ser un negocio centrado en datos? Un negocio centrado en datos crea valor a partir de los datos en su viaje de transformación digital para lograr una ventaja competitiva sostenible. Esto significa que cada uno crea valor a partir de datos y luego se comparte ese valor con socios, clientes, aplicaciones y usuarios al hacer que la información esté disponible para todos.

Algunos rasgos que definen a las empresas centradas en datos son la realización de un seguimiento de las métricas que proporcionan información sobre el rendimiento, la eficiencia y las tendencias en crecimiento; la posesión de almacenes de datos principales, como bases de datos empresariales de SAP, Oracle o Microsoft, y posiblemente también aplicaciones de escala web más nuevas; la utilización de datos almacenados en lugares distribuidos o recopilados de servicios de terceros. Cada vez más, los datos comerciales se componen de diferentes tipos, incluidos los estructurados y no estructurados.