Los desafíos del comunicador en la era digital

Por: Moira Pino Estenssoro, Especialista en Comunicación Estratégica y Relaciones Públicas

Cuando decidí estudiar comunicación y periodismo, y luego enfocarme en Relaciones Públicas y Comunicaciones Corporativas tenía muy claro que debía estar muy preparada y, sobre todo, que debía distinguirme del resto. Es así que me enfoque en ganar experiencia de todo tipo, desde publicidad, marketing, televisión hasta administración de empresas para poder dar a cualquier trabajo un valor agregado. Un comunicador debe saber de todo, pues la comunicación, sobre todo la corporativa, implica actuar como una extensión de la empresa y entender perfectamente la industria en la que estas.

Si puedo describir el trabajo en RRPP en tres palabras diría que es desafiante, dinámico y sobre todo versátil (sin mencionar lo agotador).  He dedicado ya 16 años de mi vida a trabajar en comunicación, entendiendo su complejidad, diseñando estrategias, construyendo imágenes y reputaciones, resolviendo crisis, y lidiando con todo tipo de clientes y empresas, pero siempre velando por su imagen, y creando contenido de valor.

Gracias a mi profesión, también he trabajado con periodistas con cerebros privilegiados, que han dedicado años de su vida al estudio, investigación y análisis para ser los mejores en su profesión. Gente que te impresiona, que sabe tanto de todo y de quienes se aprende mucho.

Sin embargo, con la tecnología y su avance acelerado, todos nos encontramos encarando una nueva realidad. Una realidad donde nuestro trabajo, hoy en día, puede ser reemplazado por alguien que, sin muchos años de experiencia, puede crear una estrategia social empresarial extremadamente exitosa y ganarse el mundo en solo horas. También vemos periodistas que son progresivamente reemplazados por influencers, estas almas libres, jóvenes, dinámicas, y con mucho carisma y talento, que tienen la capacidad de promocionar marcas y llegar a millones en solo minutos, a través de fotos y perfectos hashtags.

Los comunicadores tuvimos que luchar bastante para ser considerados importantes en las organizaciones y hoy, la vida nos obliga a trascender mucho más allá, y entender que no sólo debemos ser asesores sino partícipes activos de este mundo nuevo, de las redes sociales, de las nuevas tendencias. Debemos recibirlas, darles la bienvenida, y conocerlas en profundidad, tanto a ellas como esta nueva generación que quiere dedicarse a ellas seriamente, que apuestan por el periodismo civil, por lo espontaneo, por lo atractivo, por un contenido diferente.

La convergencia promovida por la revolución digital ha dado paso a tecnologías que abren un sinfín de posibilidades a la comunicación, pues la convivencia entre la tecnología y los medios de comunicación establece un nuevo modelo, un nuevo formato. Debemos reinventarnos.  ¡Y déjame decirte…o te subes al tren de las nuevas tendencias o te quedas atrás! O aprendes a que los métodos antiguos y los medios tradicionales ya no pueden ser tu única herramienta o estarás fuera de tu trabajo en poco tiempo! La digitalización, así como el uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación se han convertido en verdaderas herramientas para la competitividad.

Todo este análisis me sirve para resumir que, como comunicadores debemos afrontar y abrazar los cambios, pero ser consistentes con los valores que rigieron siempre nuestra profesión. Ante todo, creo que existen un par de cosas que debemos perseguir sin tregua:

  • Cuidemos la verdad, que siempre fue el objetivo y el DNA de nuestra profesión. Ayudemos a los jóvenes que hoy se dedican al marketing digital a no alejarse de este valor. Ayudemos a que los influencers busquen reflejar siempre honestidad, integridad y promoverla entre sus miles de seguidores, sin importar los temas que toquen o sus intereses. Todos, ya seamos periodistas, comunicadores, marketeros, publicitas, seamos de métodos viejos, nuevos, los tradicionales o digitales debemos velar por la verdad en nuestro trabajo, en las empresas en las que trabajamos, en las noticias que damos.
  • Cambiemos de actitud y entendamos, como comunicadores, que la transformación digital está en todas partes, en los negocios, en la educación, en el dinero, en el comercio. Promovamos, a través de nuestros mensajes, esta nueva realidad, que, en mi opinión, viene acompañada de innovación, mejoras, evolución y desarrollo de los países, de sus empresas y su gente.
  • Finalmente, tomemos al toro por los cuernos y convirtámonos en los aliados de estas nuevas tendencias. Logremos una convergencia con la comunicación digital y con las redes. ¡Que sean nuestra mejor herramienta! Colaboremos, aprendamos, investiguémoslas como hemos, tantas veces investigado para un artículo, para un trabajo.  En lugar de frustrarnos con todo este cambio, debemos seguir dando lo mejor para nuestros clientes, y eso solo es posible si les brindamos estrategias completas, innovadoras, creativas, un mix perfecto entre nuestra experiencia y lo innovador, entre las reglas y lo establecido y lo no convencional, lo que está escrito y la creatividad plena.