Los smartphones impulsan el crecimiento del mercado de telefonía móvil

(Latinoamérica) Los ingresos de las ventas de smartphones impulsaron el crecimiento del mercado de telefonía móvil en la región en 2012, aunque la penetración de los servicios móviles de banda ancha sigue siendo baja en el territorio debido a precios que todavía no son accesibles a una parte de la población que quiere adquirir teléfonos inteligentes y acceder a Internet y a la cobertura limitada de redes competidoras de 3G y 4G.

Los operadores se focalizarán ahora en la expansión de la cobertura de sus redes 3G y 4G y en aumentar sus ingresos de datos, ya que sucesivos recortes en las tarifas de interconexión han generado una caída en los ingresos de voz de las empresas.

De acuerdo con un análisis de Frost & Sullivan, denominado “Latin American Mobile Services Markets Outlook II”, el mercado de telefonía móvil en la región generó 81.03 mil millones de dólares en 2012 y se espera que crezca a 110,30 mil millones en 2018, a una tasa promedio de 5,3 por ciento. El estudio abarca seis países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela.

A pesar de que se registren tasas de penetración de la telefonía móvil por encima del 100 por ciento, los servicios móviles aún tienen potencial en Latinoamérica, debido a la creciente demanda de servicios machine-to-machine (M2M) y de banda ancha. Incluso la expectativa es que las tecnologías móviles se conviertan en una alternativa a los servicios de banda ancha fija en muchas áreas remotas del continente.

“Los operadores también se están centrando cada vez más en la convergencia entre servicios fijos y móviles, con varias compañías promoviendo fusiones entre dos unidades de negocio con el fin de ofrecer servicios multi-play”, comentó Georgia Jordan, analista de telecomunicaciones de Frost & Sullivan.

El mercado de servicios de voz, sin embargo, está llegando a saturación en algunos países, lo que limita las oportunidades de expansión. Recortes regulatorios en las tarifas de interconexión también han afectado los resultados de los operadores de telefonía móvil, ya que el uso de la red representa más del 25 por ciento de la facturación total de las empresas, lo que obliga a buscar nuevas fuentes de ingresos.

Por otra parte, el uso de datos en la región, aunque también represente más del 25 por ciento de los ingresos de los operadores, se concentra principalmente en servicios de SMS de bajo valor, y no en servicios de banda ancha móvil, lo que reduce el ingreso promedio por usuario de servicios de datos.

El retraso de los reguladores en la liberación del espectro y las restricciones reglamentarias sobre ofertas convergentes también preocupan varios países de la región. Adicionalmente, las iniciativas regulatorias como la portabilidad numérica y la expansión de los operadores de redes virtuales móviles (MVNO) no han tenido los efectos competitivos esperados en América Latina, que posee un mercado móvil altamente concentrado.

”En este escenario, los operadores deben proporcionar, además de voz y datos, servicios innovadores de valor añadido que satisfagan las exigencias de los consumidores, y en paralelo mantener la calidad de servicio y generar dinero en efectivo‘’, añadió Jordan.

“Dado que la prestación de servicios de banda ancha móvil requiere una gran inversión en backbone, backhaul y otros elementos de la red, los operadores necesitarán desarrollar planes que no generen un incremento de tráfico excesivo, y al mismo tiempo satisfacer las necesidades de grupos de nicho de mercado”, agregó la analista de telecomunicaciones.

Los operadores también pueden mejorar su ARPU (ingreso medio por usuario) aumentando la penetración de sus planes de pospago y de la base de datos, estimulando la migración de los usuarios prepago a planos pospago, que son más accesibles para la nueva clase media.