Nuevas tecnologías aumentan desafíos del monitoreo de infraestructura de IT

Por Fernando Galbier, consultor senior de Pre-Ventas en CA Technologies

La virtualización de los servidores y la creciente adopción de computación en nube cambiaron la forma de monitorear la infraestructura de IT y obligaron los profesionales del área de operación a mantener el proceso de monitoreo actualizado. En la era digital, el dinamismo prevalece en relación a la estabilidad, lo que nos hace cambiar la forma de mirar el monitoreo de las redes. Los métodos tradicionales, que funcionaron muy bien durante décadas, no bastarán para brindar el soporte a la alta escalabilidad exigido por Internet de las Cosas (IoT) y el cambio frecuente de inventario exigido por las Redes Definidas por Software (SDN), para citar sólo dos ejemplos.

Además, la experiencia del usuario nunca ha sido tan relevante como ahora, momento en que hay una infinidad de aplicaciones a disposición, en cualquier lugar, por medio de varios dispositivos (Omni-channel) en la palma de la mano. La comprensión del UX (experiencia del usuario) está orientada no sólo al tiempo de respuesta, sino a lo que llamamos la “jornada del usuario”, es decir, el estudio de cómo los usuarios consumen determinada información, cuántos cliques necesitan hacer, en qué pantallas se quedan por más tiempo y, incluso, en qué pantalla estaba al momento en que se produjo un fallo.

En este nuevo contexto, cuatro características son esenciales en el monitoreo para que la operación de IT mantenga las nuevas tecnologías bajo su control:

  1. APIs: Sólo a través de las APIs los sistemas de monitoreo lograrán mantenerse actualizados. Por ejemplo, una herramienta capaz de comunicarse de manera hábil con los orquestadores y controladores de SDN a través de las APIs será capaz de incluir en el inventario de monitoreo las funciones de red virtual unos segundos después de aprovisionadas en la red, tales como vSwitches, vCPE’s, vFirewalls o vLoadBalancers;
  2. Mensajería: las tecnologías del tipo publicar / suscripción estarán mucho más adherentes al concepto ágil que las tecnologías tradicionales basadas en solicitud / respuesta;
  3. Autoreparación: El nuevo modelo de monitoreo debe ser capaz no sólo de rastrear el ambiente, pero al detectar una posible falta de recursos, debe también informar al orquestador para que él decida por la necesidad de aprovisionar más recursos y siendo este el caso, el sistema pase a monitorear automáticamente esta nueva función;
  4. Escalabilidad y Visión de Servicios: La solución necesita atender todo el ámbito monitoreado bajo una misma instancia. Veremos, con eso, herramientas saliendo de la casa de los miles para alcanzar la casa de los millones de ítems monitoreados. Con eso, las tradicionales bases de datos relacionales, muy utilizadas para data warehouse y presentes en la mayoría de las herramientas de monitoreo, cederán lugar a bases de datos de alto rendimiento orientadas a columnas, series de tiempo e incluso big data.

Al mismo tiempo que las nuevas tecnologías traerán más posibilidades de “puntos ciegos”, las características del nuevo modelo de monitoreo pretenden evitar al máximo sus ocurrencias y deben ser capaces de acompañar la agilidad de las nuevas tecnologías regidas por DevOps. Los sistemas antiguos se diferencian de este nuevo modelo por poseer un enfoque más estático, en que cambios estructurales en el ambiente monitoreado se rigen por procesos ITIL de gestión de cambios.

Tan importante como ese nuevo modelo son los equipos responsables por él que, de cierta forma, necesitarán adaptarse a esas nuevas perspectivas. Debe haber una revisión completa de los métodos de interacción con el ambiente monitoreado, de los procesos cada vez más alineados a metodologías ágiles y de las personas con conocimiento adecuado en esas nuevas tecnologías.